Los inmigrantes cuando estudian se convierten en jefes
Por Guillermo Rojas y Victoria Lis Marino | Tulsa, OK
Omar Alfonso Resendiz es de México DF y llegó a Estados Unidos en 1980, cuando era sólo un adolescente; hoy es ingeniero y director de operaciones de la sucursal local de BDTronic, una planta de fabricación y ensamblaje de equipos industriales para la industria automotriz, con clientes en todos los continentes.
Este inmigrante mexicano se convirtió en un profesional exitoso mediante la búsqueda de oportunidades educativas, y hoy busca dar empleo en la ciudad a los jóvenes profesionales inmigrantes. “Tenemos una gran presencia aquí con empleados mexicanos e hijos de mexicanos, nosotros enfocamos nuestro reclutamiento a hispanos y personas bilingues. Hoy tenemos 4 personas de México que se desarrollaron profesionalmente aquí y trabajan para nosotros”, dijo Resendiz, asegurando que la industria en la que trabaja requiere habilidades excepcionales que los hispanos suelen poseer.
El secreto del éxito de Resendiz es uno bien sencillo, la educación. “Me siento cómodo y con confianza porque la experiencia y la educación me han dado las herramientas”, cuenta tras repasar su camino desde el Tulsa Community College hasta su carrera como ingeniero. Pero no todo le fue fácil a este inmigrante, al principio, lo que más le costó fue pertenecer, convertirse en un americano y seguir siendo mexicano.

“Mi mayor reto fue figurar en el sistema social de Estados Unidos, adaptarme y entenderlo, aunque uno hable la lengua es difícil salir adelante si uno no entiende las normas, la educación, la política, las cuestiones que afectan la dinámica de la familia, de los valores que uno trae de otros países”, cosas que como el mismo Resendiz afirma, no se suelen discutir a viva voz.
Detrás de la formación de Resendiz estuvieron dos padres sumamente responsables que trabajaron hasta el cansancio para que él pudiera estudiar, y por eso, la misión de vida de este profesional exitoso es intentar llevar a su familia al siguiente nivel, para que no luchen por pertenecer, sino que sean uno con Estados Unidos.
“Profesionalmente me gustaría ser el jefe de operaciones globales de mi compañía y en lo personal quiero ver crecer a mis hijas, que tengan una vida honorable con trabajos en los que puedan asistir a la gente”.
Resendiz quiere replicar su sueño en otros, y por eso le da el siguiente consejo a sus compatriotas: “Mi mensaje seria que nunca comprometan su sueño, no dejen que las opiniones de nuestros líderes políticos afecte sus sueños y metas, es importante que estén constantes en salir adelante y no se olviden de quienes los ayudaron a tener éxito”. (La Semana)
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