Manny Pacquiao gana la corona welter con 40 años
El peleador filipino Manny Pacquiao, a sus 40 años, volvió a dar cátedra de boxeo sobre el cuadrilátero y se acreditó el título mundial de peso welter de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) al superar por la vía de la decisión dividida al estadounidense Keith Thurman.
Ante una asistencia de 14.356 personas en el MGM Grand Garden Arena, en Las Vegas (Nevada) Pacquiao volvió a coronarse campeón mundial al quitarle el invicto a Thurman. Es, además, el quinto peleador de más edad en conseguir una corona mundial.
Con su victoria, Pacquiao mejoró su marca a 20-4-2 en combates de título mundial y su registro de por vida queda en 62-7-2.
Thurman, 10 años más joven que el filipino, vio caer su marca a 29-1, haciendo la quinta defensa del título que ganó en el 2015 al superar a mexicano estadounidense Robert Guerrero.
Para Pacquiao la victoria se suma a su exitosa carrera de 24 años, al superar a un peleador mucho más joven, quitarle el invicto y arrebatarle la corona mundial.
Pacquiao, que derribó a Thurman en el primer asalto, ganó 115-112 en las tarjetas de puntuación de los jueces Dave Moretti y Tim Cheatham, mientras que el juez Glenn Feldman tuvo la tarjeta en 114-113 para el excampón estadounidense.
Thurman, de Clearwater (Florida), había prometido enviar a Pacquiao a la jubilación, incluso predijo que ganaría por nocaut en seis episodios para hacer «desaparecer» al púgil apodado «Pacman».
Sintiendo que su juventud le daba como seguro ganador, se burló del tamaño más pequeño de Pacquiao y dijo que tenía «los brazos pequeños como los T-Rex».
Agregó que el estilo de Pacquiao le hacía parecer «como un conejito».
Pacquiao, senador de Filipinas y el único luchador en la historia del boxeo que ganó títulos mundiales en ocho categorías de peso diferente, afirmó que la charla sobre la basura que ofreció Thurman lo motivó a trabajar aún más de lo normal en sus entrenamientos.
El nuevo campeón lució veloz, con unos reflejos agudos, poderoso y con gran agilidad sobre el cuadrilátero.
Desde el inicio del combate ambos se causaron daño con fuerte castigo, peleando en el centro del cuadrilátero.