Francisco Ibarra, el empresario más querido de Tulsa
Texto y fotos por Guillermo Rojas Tulsa, OK
Francisco Ibarra es el dueño de supermercados Morelos y uno de los empresarios más queridos por los Latinos de Tulsa. Gracias al esfuerzo familiar, Morelos se expandió en nuestra ciudad y en OKC y cuenta con 8 sedes en todo el estado, a su paso, no sólo crece el éxito de los Ibarra sino también las comunidades bendecidas por la generosidad del modelo Morelos.
“Esta es una cultura que traemos de nuestros abuelos”, afirma Ibarra sobre la solidaridad que acompaña su progreso. “A mi padre le gustaba ayudar y velar por la gente y nosotros seguimos con el ejemplo, colaborar donde sea que estemos”, explica Ibarra. Actualmente Morelos participa de diversos eventos de caridad en la comunidad y tiene vínculo directo con las escuelas de cada barrio en donde emplaza supermercados patrocinando la educación y la cultura de todos. “Invertir en educación y cultura es un secreto para mantener una comunidad sana y productiva por eso ahora Morelos apoya la creación de La Casa de la Cultura, que tendrá un espacio en el Norte de Tulsa con clases de pintura, música, baile y canto para toda la comunidad”.
Ibarra es casi un filántropo, es un empresario visionario que entiende que vive en una ciudad privilegiada en donde los empresarios tienen la obligación de contribuir para crear una comunidad más sana. El entiende que para poder crecer en su negocio, necesita que el crecimiento se contagie a los demás, y por eso aporta permanentemente con dinero, productos e ideas, para sacar adelante a la comunidad hispana. “A fin de cuentas, lo único que hacemos es devolverles un poquito la gratitud a nuestros clientes”.
Muchos se preguntan si el éxito de Morelos durará por siempre, dado que es una empresa familiar en la que la segunda generación está haciéndose cargo del negocio con miras a nuevos proyectos y expansiones, pero la moral mexicana prima, y el honor y la honestidad hacen de los Morelos los elegidos para convertirse en una firma de supermercados de exportación. “Trabajar en familia es difícil, hay muchas discusiones, pero tenemos siempre nuestros principios que nos han ayudado a salir de los conflictos, es parte de esa moral que nos dejaron nuestros padres”.
Hoy, la empresa cuenta con cuatro tiendas en OKC y otras cuatro en Tulsa, en proceso de plena reorganización administrativa, la mira está puesta en Texas, donde se planea desembarcar en el futuro. Sin embargo Ibarra no se ahoga en promesas, gracias a las enseñanzas de su padre mantiene los pies en la tierra y vuela bajo.
La realidad es que vivimos en una ciudad maravillosa en la que todas las autoridades admiran a la comunidad hispana y reconocen el trabajo de los inmigrantes”
“Yo nunca soñé muy lejos, voy disfrutando cada paso de lo que hago”, confiesa.
Aún en tiempos de Trump Morelos crece, en parte porque Tulsa se ha convertido en una ciudad que beneficia el trabajo de los inmigrantes. “La gente deja de venir sólo cuando hay amenazas de deportación y redadas , y por 3 días bajan las ventas, pero cuando se acaba la despensa vuelven a comprar”, cuenta Ibarra y agrega: “La realidad es que vivimos en una ciudad maravillosa en la que todas las autoridades admiran a la comunidad hispana y reconocen el trabajo de los inmigrantes, así que sencillamente estamos en una ciudad que nos da una enorme tranquilidad, por eso digo que hay que cuidar nuestras leyes”.
Cuidar a la comunidad y respetar las leyes son para Ibarra el ingrediente secreto de su crecimiento y el de Tulsa, por eso le aconseja a todos los empresarios del estado: “No se olviden de su comunidad, una comunidad sana y familiar es una comunidad exitosa”. (La Semana)
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