Hollywood and Business Luminaries Spotlight World’s ‘Stateless’ Woes
Por James Reinl NACIONES UNIDAS
La estrella de cine Cate Blanchett y el empresario Richard Branson han alzado su voz por los millones de personas en todo el mundo que no pueden obtener pasaportes y otros documentos porque carecen de una nacionalidad oficial.
Las Organización de las Naciones Unidas (ONU) asegura que el problema, conocido como apatridia, está empeorando, ya que una tendencia mundial hacia el nacionalismo se traduce en que los gobiernos son cada vez más reacios a ayudar a las personas consideradas extrañas e indeseadas.
Desde el pueblo rohinyá, mayoritariamente musulmán en Myanmar (Birmania) y Bangladesh, hasta las masas de apátridas en Costa de Marfil, Tailandia, Letonia, Siria y Kuwait, Blanchett, Branson y otros activistas instaron a los gobiernos a afrontar el problema.
“La apatridia tiene un impacto devastador en las vidas de millones de personas en todo el mundo, que sufren marginación desde que nacen hasta que mueren”, dijo Blanchett, la actriz australiana que ha ganado dos Óscar, en un encuentro con periodistas en Ginebra.
“Es una invisibilidad total”, planteó la actriz y embajadora de buena voluntad de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), que realiza desde el lunes 7 en la sede de las Naciones Unidas en la ciudad suiza un Segmento de Alto Nivel sobre la Apatridia, dentro de la 70 reunión anual de su Comité Ejecutivo.
Según un recuento de 2017, unos 70 países informaron sobre 3,9 millones de personas apátridas, pero Acnur asegura que la cifra real es probablemente tres veces mayor con unos 12 millones de personas en el mundo a las que se les ha privado de ciudadanía y de los derechos que emanan de ella.
En la actualidad, la mayor población apátrida es la de los rohinyás, ya que Myanmar no les reconoce como ciudadanos y los somete a una violencia que ha obligado a cientos de miles de ellos a huir a la vecina Bangladesh y a otros países.
“Nadie debería sufrir la indignidad y la exclusión que conlleva ser apátrida”, escribió por su parte Branson, un multimillonario británico, propietario del Grupo Virgin.
Branson reflexionó sobre el hecho de que resulta difícil imaginar cómo algunos países pueden ignorar el potencial de poblaciones significativas de apátridas, al comenzar la semana de la reunión intergubernamental de Acnur.
La ONU define la apatridia un problema creado por los seres humanos, derivado de una “variedad desconcertante de causas”, a menudo directivas legales y el rediseño de las fronteras nacionales. Por ejemplo, unas 600.000 personas permanecen como apátridas desde la desintegración de la Unión Soviética.
A las personas apátridas se les niegan los certificados al nacer y permanecen excluidos por el resto de sus vidas, dice la ONU. Carecen de los documentos para viajar, casarse, trabajar, estudiar, recibir atención médica o abrir una cuenta bancaria. (IPS)

ENGLISH
By James Reinl NACIONES UNIDAS
Movie star Cate Blanchett and businessman Richard Branson spoke up this week for the millions of people around the world who cannot get passports and other papers because they lack an official nationality.
The United Nations says the problem — known as “statelessness” — is getting worse, as a worldwide trend towards nationalism means governments are increasingly loath to help people viewed as unwelcome outsiders.
From the mostly-Muslim Rohingya people across Myanmar and Bangladesh to the masses of stateless folks in Côte d’Ivoire, Thailand, Latvia, Syria and Kuwait, Blanchett, Branson and others urged governments to tackle the problem.
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Rohingyas should be given citizenship or their own state: Dr Mahathir tells Myanmar.
“Statelessness has a devastating impact on millions of people around the world,” Blanchett, an Australian double Oscar-winner, told journalists on Monday during a week of intergovernmental talks in Geneva.
“They experience marginalisation and exclusion from cradle to grave … It’s total invisibility.”
By one count from 2017, some 70 countries reported on 3.9 million stateless individuals, but the U.N. agency for refugees, UNHCR, says the real figure globally is likely three times higher with some 12 million people impacted.
The world’s biggest stateless population are the Rohingya, hundreds of thousands of whom have sought safety in Bangladesh after fleeing violence in Myanmar, which does not recognise them as citizens.
“No one should have to suffer the indignity and exclusion that comes with being stateless,” Branson, a British billionaire wrote on Monday.
“Fortunately, over a hundred states have come together in Geneva this week to commit to do more to put an end to statelessness once and for all.”
It’s difficult to imagine how any country can maximise its potential by ignoring significant populations of stateless people. My take on statelessness and how to solve it https://virg.in/iNF #IBelong @Refugees.
The U.N. calls statelessness a “man-made problem” stemming from a “bewildering array of causes” — often legal directives and the re-drawing of national borders. Some 600,000 people remain stateless after the disintegration of the Soviet Union.
Stateless people are often denied certificates at birth and remain excluded for the rest of their lives, the U.N., says. They lack the papers for travel, marriage, work, schooling, healthcare, and opening bank accounts. (IPS)
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