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Cómo la temperatura de tus manos podría revelar si padeces artritis reumatoide

No existe una causa específica para la artritis reumatoide. Tampoco un signo claro de aviso de que la enfermedad se aproxima.

Por la similitud de sus síntomas con otras enfermedades, resulta muy difícil de diagnosticar en etapas tempranas, de acuerdo a la descripción de la Clínica Mayo.

Esto provoca que cuando aparecen los dolores articulares, la hinchazón o el enrojecimiento, -los síntomas más claros de la enfermedad- esta se hace más difícil de controlar y los tratamientos más intensos.

Un análisis de sangre que determine una velocidad elevada de la proteína C reactiva puede ser indicio de un proceso inflamatorio en el cuerpo, pero sigue sin ser un marcador específico de la artritis reumatoide.

Sin embargo, un método relativamente nuevo podría mejorar el diagnóstico de esta dolencia.

Al menos así lo afirman investigadores de la Universidad de Cornell en Estados Unidos en un estudio publicado en la revista Natureque afirma que encontraron cierta vinculación entre la temperatura de la palma de las manos con el padecimiento de la artritis reumatoide.

Termografía
“La termografía es una técnica emergente con el potencial de ser una importante herramienta clínica en varios campos de la medicina, ya que las enfermedades varían la magnitud y el patrón de emisión de calor de las personas afectadas”, introduce el estudio.

La termografía infrarroja es un procedimiento que obtiene imágenes y “produce un termograma de la piel en un paciente”, según el Instituto de Termografía Médica Aplicada en España.

El informe de la Universidad de Cornell explica cómo dicho procedimiento se usa para detectar enfermedades como la diabetes o el cáncer de mama, pero asegura que faltan estudios en la evaluación de la inflamación de articulaciones en la artritis reumatoide.

La investigación fue llevada a cabocon 82 pacientes, de los cuales 51 no presentaban ningún síntoma y 31 padecían artritis reumatoide.

Del estudio se excluyó a los pacientes con otras condiciones como la diabetes melitus, enfermedad arterial periférica y neuropatías por la probabilidad de emitir una temperatura que alterara el experimento.

“El objetivo del estudio era determinar si los pacientes enfermos pero sin síntomas de inflamación o dolor tenían diferentes patrones termográficos en comparación con los sanos”, dice el reporte.

Resultados
Afirman que es el primer estudio en realizar esta comparación y que los resultados mostraron claramente que en este caso, las manos de los pacientes con síntomas tenían temperaturas superiores a las de los individuos sanos.

“Para la temperatura de la palma de la mano, las dos curvas de probabilidad (sanos y con la condición) se cruzaban en los 31,5 °C, lo cual implica que aquellos con temperatura inferior a esa eran más propensos a estar sanos, mientras que las personas cuya temperatura de la palma de la mano excedía los 31,5 °C eran más susceptibles de padecer artritis reumatoide”, concluyó el estudio.

De forma similar, se midió también la temperatura de los dedos, y en ese caso el punto de cruce fueron los 30,3 °C, determinando así la frontera entre la probabilidad o no de tener artritis.

Los autores del estudio señalan cómo la termografía puede detectar signos de la enfermedad con mayor rapidez que otras modalidades similares. En concreto, comparan los resultados con pruebas de ultrasonidos, que no percibieron señales de artritis en la misma muestra experimental de pacientes.

“Este hallazgo es posible que siente las bases para estudios posteriores en esta área emergente y esta práctica clínica”, espera el informe.

A pesar de los resultados del experimento de la Universidad de Cornell, la efectividad de la termografía para detectar la artritis no está del todo esclarecida.

La revista Reumatología Clínica publicó un artículo en abril de 2018 que si bien abría la posibilidad a percibir la artritis con la termografía en las articulaciones largas, no parecía que en las cortas, como las de la mano, fuera efectiva del todo.

Thermal imaging can potentially detect Rheumatoid Arthritis

Both palm and finger temperature increase significantly in patients with Rheumatoid Arthritis (RA).

Rheumatoid arthritis is a long-term, progressive, and disabling autoimmune disease. It occurs when a person’s immune system mistakes the body’s healthy tissues for foreign invaders.

Thermography is an emergent technology that has the potential to become an essential clinical tool in various fields of medicine. In a new study, scientists applied the technology to detect possible temperature variations in various rheumatic disorders.

Through this study, they aimed to determine whether rheumatoid arthritis (RA) patients without active synovitis in their hands exhibit different baseline thermographic patterns of the fingers and palms when compared to healthy individuals. The outcomes revealed that thermal imaging has the potential to become an important method to assess Rheumatoid Arthritis.

Dr. Alfred Gatt, from the University of Malta, said, “We used Flir T630 thermal camera and followed the guidelines of the American Thermology Association. The results of our study show that the two probability curves intersect at 31.5 for palm temperatures, indicating that individuals whose palm temperatures are less than 31.5 percent are more likely to be healthy, while those persons whose palm temperature is less than 31.5 are more likely to have Rheumatoid Arthritis. Similarly, for finger temperatures, the two probability curves intersect at 30.3 percent.”

The study involves 82 participants, confirm that both palm and finger temperatures increase significantly in patients with Rheumatoid Arthritis (RA).

Two rheumatologists examined RA patients. A subset of these participants underwent diagnostic ultrasonography by a trained rheumatologist to ensure that the recruited participants had no active signs of synovitis in their hands and wrists.

A subset of these members underwent diagnostic ultrasonography by a trained rheumatologist to guarantee that the enlisted members had no active signs of synovitis in their hands and wrists.

“While ultrasonography had not detected any significant changes in our study population, thermography flagged a possible ongoing disease process by reporting these higher temperatures. We hypothesize that this temperature difference may be attributed to underlying subclinical disease activity or else that the original inflammatory process may cause irreversible thermal changes that persist after the disease activity has resolved. We will need further studies to substantiate this.”