Coronavirus: el racismo que están enfrentando los asiáticos por la enfermedad surgida en China
El brote de coronavirus originado en China ha enfermado a miles de personas, pero también ha generado otro tipo de víctimas: asiáticos que son objeto de discriminación.
En Francia, las personas de origen asiático se han manifestado en las redes sociales para repudiar las expresiones de discriminación en su contra que se han incrementado ante los temores de la propagación del coronavirus.
No pocos han dicho que en el transporte público han sido objetivo de comentarios discriminatorios, por lo que están usando la etiqueta #JeNeSuisPasUnVirus (no soy un virus) para generar una conversación sobre el tema en línea.
En ese país se han confirmado al menos cuatro casos de personas con coronavirus.
Pero también han surgido reportes de racismo contra asiáticos en Reino Unido y otros países.
“Alerta amarilla”
Las manifestaciones de rechazo contra el racismo en Francia se incrementaron luego de que un diario local, Le Courier Picard, publicara titulares como “Alerte jaune” (Alerta amarilla) y “Le péril jaune?” (¿Peligro amarillo?).
El primer encabezado fue acompañado con una imagen de una mujer china con una máscara protectora.
El periódico se disculpó poco tiempo después, alegando que no había tenido la intención de utilizar algunos de los “peores estereotipos asiáticos”.
Pero Stéphane Nivet, jefe de Licra (la Liga Internacional contra el Racismo y el Antisemitismo), dijo que ningún periódico se habría atrevido a usar el titular “Alerta negra”, por lo que estaba claro que había un problema.
Lou Chengwang hizo un llamado en Twitter: ¡Soy chino, pero no soy un virus! Sé que todo el mundo le tiene miedo al virus, pero sin prejuicios, por favor”.
Shana Cheng, una parisina de 17 años de origen vietnamita y camboyano, explicó a la BBC que fue objeto de comentarios humillantes en un autobús.
“Hay una mujer china, nos va a contaminar, tiene que irse a casa”, escuchó decir a un pasajero. Aseguró que gente la miraba “asqueada” y “como si fuera el virus”.
Nadie la defendió, explicó, así que decidió ignorar los comentarios y escuchar su música. Pero tosió “para jugar con sus miedos”, agregó.
Cathy Tran dijo que no estaba sorprendida por las reacciones de la gente. Opinó que el coronavirus es una excusa para que las personas muestren el racismo.
Pero dijo que esta vez el nivel de comentarios era algo que no había experimentado: “Raramente escuchamos a los asiáticos hablar sobre el racismo, porque se sabe que sufrimos en silencio, pero aquí estamos todos en la misma canasta y es demasiado”.
A medida que se popularizó el hashtag, una mujer, Cathy Tran, aseguró haber escuchado a dos hombres en la ciudad de Colmar diciendo: “Cuidado, una niña china viene hacia nosotros”.
“De camino a casa desde el trabajo, un hombre en una moto pasó y me dijo que me pusiera una máscara”, dijo Tran a la BBC.
Francia planeaba enviar un avión a Wuhan, la ciudad china donde se originó el brote, para evacuar a unas 250 personas, incluidos ciudadanos no franceses de la Unión Europea.
Los reportes más recientes indican que el cuarto caso del virus confirmado en Francia es de un turista chino que llegó de vacaciones a París.
El estigma en Canadá
Otro país donde se han elevado los casos de estigma es en Canadá, donde la comunidad de origen chino vivió las duras consecuencias del brote del síndrome respiratorio agudo severo (Sars) en Toronto.
El Sars, que es causado por un coronavirus, mató a 774 de las 8.098 personas infectadas en un brote que comenzó en China en 2002.
Tan solo en Canadá hubo 438 casos sospechosos de Sars, la mayoría en la ciudad de Toronto, y 44 personas murieron durante la primavera y el verano de 2003. Las empresas y negocios chinos se vieron especialmente afectados, con pérdidas de ingresos de entre 40% y 80%.
“El daño fue grave”, dijo a la BBC Justin Kong, director ejecutivo del capítulo de Toronto del Consejo Nacional Chino Canadiense.
“Una pérdida de ingresos, una pérdida de empleos, personas que pierden su sustento, sus hogares. Enfrentando el estigma en la escuela, en el lugar de trabajo”, dijo.
Los concejales de la ciudad y los líderes de la comunidad china en Toronto instaron a los residentes el miércoles a no culpar ni discriminar a los residentes de ascendencia asiática por la propagación del coronavirus.
Actualmente, Canadá tiene dos casos confirmados de coronavirus, y Kong dice que la gente todavía está tratando de entender cuál podría ser el impacto.
Pero dice que hay “miedo dentro de la comunidad sobre la enfermedad y miedo al impacto de la discriminación en nuestra vida cotidiana; el impacto que tendrá en las industrias, los trabajadores y las pequeñas empresas y la comunidad en general”.
Coronavirus: French Asians hit back at racism with ‘I’m not a virus’
French Asians have taken to social media to complain of a backlash against them in response to the Chinese coronavirus outbreak.
China has already seen almost 6,000 cases and 132 deaths, and France has had four cases confirmed.
Anti-Asian racism has been reported in the UK and elsewhere, and now French Asians have complained of abuse on public transport and social media.
They have been using the hashtag JeNeSuisPasUnVirus (I’m not a virus).
There was an outcry when local newspaper Le Courier Picard used the inflammatory headlines “Alerte jaune” (Yellow alert) and “Le péril jaune?” (Yellow peril?), complete with an image of a Chinese woman wearing a protective mask.
The paper quickly apologised, saying it had not meant to use some of the “worst Asian stereotypes”.
Stéphane Nivet, head of Licra (the International League against racism and anti-Semitism), said no newspaper would have dared use the headline “Black alert” so it was clear there was a problem.
As the hashtag spread, one woman, Cathy Tran, described hearing two men on her way to work in the eastern town of Colmar saying; “Watch out, a Chinese girl is coming our way.”
“On my way home from work, a man on a scooter passed me by, telling me to put on a mask,” Ms Tran told the BBC.
Another hashtag user complained: “Stop asking if we’re dangerous if we cough while all the people around us are doing so.”
France is planning to send a plane to Wuhan on Thursday to evacuate about 250 people, including non-French EU citizens. The fourth case in France is said to be an elderly Chinese tourist on holiday in Paris.
Lou Chengwang appealed on Twitter: “I’m Chinese, but I’m not a virus! I know everyone’s scared of the virus but no prejudice, please.”
Many noted that it was not just French Chinese who were being stigmatised.
Shana Cheng, a 17-year-old Parisian of Vietnamese and Cambodian origin, told the BBC that she had faced humiliating comments on a bus in the city on Sunday from both young and old.
“There’s a Chinese woman, she is going to contaminate us, she needs to go home,” she heard one passenger say. People looked at her “in a disgusted way, as if I was the virus”.
No-one stood up for her, she said, so she decided to ignore the comments and listen to her music. But she did cough and sniff “so as to play on their fears”, she added.
Cathy Tran said she was not surprised by people’s reactions and saw the coronavirus as an excuse for people to be racist. The difference this time was the degree of racism, which she had never experienced before.
“We rarely hear Asians speak about racism, because we are known to suffer in silence, but here we are all in the same basket and it’s too much,” she said.
Franco-Chinese writer-director Grace Ly describes the hostility as “China-bashing” and incitement to anti-Asian hatred. “Is it so hilarious with these towns in quarantine, people isolated and deaths?” she wrote.
Chinese-Canadians also fear stigma
In Canada, there are concerns among the Chinese-Canadian community that what happened during the outbreak of severe acute respiratory syndrome (Sars) in Toronto could happen again.
Sars, which is caused by a coronavirus, killed 774 of the 8,098 people infected in an outbreak that started in China in 2002.
In Canada alone there were 438 suspected Sars cases – most in the city of Toronto – and 44 people died over the spring and summer of 2003.
City councillors and Chinese community leaders in Toronto urged residents, at a news conference on Wednesday, not to cast blame or discriminate against residents of Asian descent amid fears of the spread of the coronavirus.
The Sars outbreak hit Toronto financially, as tourism dropped and people stayed home. But Chinese-owned and Chinatown businesses were hit especially hard, and saw a loss of income estimated at between 40% to 80%.
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