Joe Biden alcanzó los electores necesarios y será el presidente de los Estados Unidos
El candidato demócrata obtuvo el triunfo decisivo en el estado de Pensilvania que le otorga al menos 284 votos en el Colegio Electoral. Sin embargo, el presidente Donald Trump aún no reconoció el resultado y buscará revertirlo en la justicia. La controversia podría llegar hasta la Corte Suprema y demorar hasta diciembre
Tras más de cuatro días de un complejo recuento de votos, Joe Biden logró la victoria en el estado de Pensilvania que le otorga un mínimo de 284 votos electorales, superando los 270 necesarios para consagrarse como presidente electo de Estados Unidos. El resultado de Pensilvania fue confirmado por la agencia AP y los principales medios de comunicación de Estados Unidos, pero el presidente Donald Trump está lejos de reconocer la derrota. Por el contrario, ha denunciado un fraude en los estados más disputados e inició en ellos demandas judiciales. La disputa podría escalar hasta la Corte Suprema de los Estados Unidos.
Se trató de una elección cerrada y mucho más pareja de lo que habían previstos las encuestas. Biden se alzó con victorias en estados decisivos con muy pocos votos de diferencia. Desde el comienzo de la campaña, Trump había planteado objeciones sobre el sistema de votos por correo, que existe hace décadas en Estados Unidos pero que esta vez, ante las limitaciones para el movimiento que impone la pandemia de coronavirus, alcanzó un récord de más de 100 millones de sufragios anticipados por esa vía. Todos los analistas anticipaban que ese sistema sería fundamentalmente elegido por los votantes demócratas como finalmente sucedió. Por eso, al comienzo del conteo de votos presenciales, Trump apareció liderando en algunos estados que luego terminó perdiendo cuando se sumaron los votos recibidos por correo.
Ahora se abre un compás de espera para que las cortes estatales y, eventualmente, la Corte Suprema, certifiquen el resultado electoral.
De ser así, el próximo 20 de enero Joseph Robinette Biden asumirá con 78 años como el segundo presidente católico en la historia de Estados Unidos, después de John F. Kennedy.
Junto a él, asumirá la primera mujer vicepresidente, la abogada afroamericana, ex fiscal general de California y actual senadora Kamala Harris.
Mucho se ha especulado con que, por su edad, el ex vice de Barack Obama aspiraría a un solo mandato como presidente, para después abrir paso a Harris.
Pero primero Biden prometió durante su campaña que tratará de sanar las heridas y recomponer cierto consenso social en una sociedad muy dividiva por el estilo de liderazgo de Trump. También hacia el exterior, expuso su intención de retomar una diplomacia más clásica y recomponer relaciones con organismos multilaterales con los que el presidente republicano tomó distancia.
Biden no será un extraño en la Casa Blanca, mucho menos en Washington DC: el demócrata fue vicepresidente de Obama durante sus dos términos, 2008-12 y 2012-16, y desde 1972, cuando llegó al Senado para representar a Delaware, ha sido parte del paisaje de la ciudad.
Biden llega a la presidencia después de tres intentos infructuosos en las primarias demócratas: 1984, 1988 y el mismo 2008 en que se sumó a la fórmula de Obama para ayudar a compensar la imagen del candidato, un senador joven y enérgico de Illinois con escasa experiencia política.
En cualquier caso, aquel 2008 Biden hizo un aporte extra a la candidatura de Obama, quien pareció devolverle el favor durante la última campaña —”el mejor vicepresidente que hubo en los Estados Unidos”, lo llamó— : le llevó un poco de calle, un tono y una personalidad que conectara con el trabajador de salario mínimo que hacía falta convencer de que votara. Biden creció en una ciudad obrera, Scranton, en el noreste de Pensilvania, donde su padre trabajaba en dos puestos: limpiaba calderas y vendía autos usados.
En 1972, cuando iba a comenzar el primero de sus seis términos por Delaware en el Senado, su esposa, Neilia Hunter, y su hija bebé, Naomi, murieron en un accidente de automóvil, mientras que sus dos hijos varones, Beau y Hunter, resultaron heridos de gravedad. Una foto histórica ha recorrido los medios en las últimas semanas: a los 29 años, el senador más joven que se hubiera elegido juró su banca en el hospital donde cuidaba a los pequeños sobrevivientes de lo que había sido su familia.
Desde entonces se lo conoció como el senador con más horas-tren de la cámara: todos los días viajaba de ida y de vuelta entre Wilmington y Washington DC para poder estar con sus hijos, llevarlos a la escuela a la mañana y acostarlos en sus camas a la noche. Durante cinco años los crió solo, con la ayuda de su hermana Valerie y otros familiares; al cabo de ese tiempo, y luego de un noviazgo no muy largo, se casó con su actual esposa, Jill Biden, una profesora de educación terciaria, con quien tuvo otra hija, Ashley, en 1981.
Trump se convierte así en el segundo presidente republicano en las últimas tres décadas en gobernar el país por un solo mandato. El anterior fue George H. W. Bush que perdió en su postulación a la reelección en 1993 contra Bill Clinton.
Joe Biden pasó al frente en Georgia y sumaría 16 delegados más
En el dramático recuento de votos en el estado sureño el candidato demócrata ahora logra imponerse al presidente por menos de mil votos de diferencia
Tras una larga noche en la que no dejaron de contarse los votos, Joe Biden pasó al frente en el recuento realizado en Georgia, uno de los cinco estados en los que aún no se declaró un ganador en las elecciones que mantienen en vilo al mundo. Con el 99% del escrutinio completo, el candidato demócrata se impone a Donald Trump por 2.449.371 votos a 2.448.454.
Georgia es el segundo estado más importante de los cinco que quedan por repartir: otorga 16 electores, cuatro menos que Pensilvania, donde el demócrata se acerca hora a hora al republicano y está ya a menos de 20.000 sufragios de distancia. Si sumara estos 16 votos en el Colegio Electoral, el ex vicepresidente, que actualmente tiene 264 —de acuerdo a la suma de The Associated Press (AP)—, llegaría a 280, diez más de los necesarios para ganar las elecciones.
Según la suma que realizan otros medios de comunicación, Biden tendría 253 en lugar de 264, porque consideran que su ventaja en Arizona no permite descartar de plano la posibilidad de que Trump remonte el resultado. En ese estado históricamente republicano, el demócrata está al frente por 50,1% a 48,5%, con el 90% de los votos escrutado. Sin contar Arizona, Georgia dejaría a Biden con 269 electores, solo uno menos de los 270 requeridos.
En cualquier caso, ganar Georgia sería histórico para el experimentado político nacido en Scranton, Pensilvania. Desde 1996, venció siempre el candidato republicano en ese estado y el propio Trump le había sacado más de cinco puntos de diferencia a Hillary Clinton en 2016.
El escenario más probable es que Biden incremente el diferencial del triunfo entre los miles de votos que quedan por votar, ya que son de distritos habitualmente demócratas, según informa AP. De todas maneras, si el saldo final es inferior a medio punto porcentual, la campaña de Trump podría pedir un recuento total, cuyo desenlace es imprevisible.
Imponerse allí le deja múltiples senderos hacia el triunfo, incluso si el mandatario lograra la hazaña de revertir el resultado en Arizona. Por un lado, Biden le saca un punto de ventaja en Nevada, un estado confiablemente demócrata que reparte seis electores, donde aún queda el 16% de los votos por contar. Pero aún en el improbable caso de que tampoco pueda imponerse allí, le quedaría Pensilvania. Trump parecía liderar ampliamente el martes a la noche, pero a medida que se fueron contando los sufragios por correo, se fue achicando la diferencia. Con el 97% de los votos escrutados, Trump gana por solo 49,6% a 49,3%, un margen que el ex vicepresidente podría dar vuelta si se mantiene la tendencia de las últimas horas.
En los otros dos estados que quedan pendientes, el republicano, que por el momento suma 214 electores, sí es favorito a ganar. Uno es Alaska, donde su triunfo se da por descontado porque es un típico estado rojo, en el que con el 50% del recuento completado está al frente por 62,1% a 33,5 por ciento. El otro es Carolina del Norte, donde hay mucha más paridad. También de tendencia republicana, los demócratas están haciendo una gran elección allí: el Presidente se impone por solo 50,1% a 48,7%, y se estima que falta un 6% de los sufragios por contar.
Campaña de Trump presentó demanda para detener conteo de votos en Michigan donde Biden tiene una ventaja menor al 1%
El jefe de la organización, Bill Stepien, aseguró que no se les ha “dado acceso a numerosos centros de votación para observar la apertura de boletas y su conteo”. En consecuencia, solicitan que se detenga el proceso “hasta que se conceda el acceso”
La campaña del presidente Donald Trump interpuso una nueva demanda electoral en uno de los estados clave donde Joe Biden mantiene una estrecha ventaja. En este caso, se trata de Michigan, donde el jefe de la organización, Bill Stepien, pidió que se detenga el conteo argumentando que a la campaña no se le ha “dado acceso a numerosos centros de votación para observar el proceso de apertura de boletas y el conteo”.
En consecuencia, solicitó que se detenga el proceso “hasta que se conceda el acceso”. “También demandamos rever aquellas boletas que fueron abiertas y contadas mientras no tuvimos acceso. El presidente Trump tiene el compromiso de asegurarse de que votos los votos legales sean contados en Michigan y en el resto de los lugares”, agrega el documento.
Con el 96% de los votos escrutados, el ex vicepresidente de Barack Obama se impone en el estado por menos de 50.000 votos, lo que representa menos del 1% de los sufragios. Michigan aporta 16 votos electorales y es instrumental para las aspiraciones de ambos candidatos de hacerse con la Casa Blanca.
Junto con Wisconsin y Pensilvania, fue uno de los tres territorios clave que le dieron a Trump la elección en 2016. Y está jugando el mismo rol determinante en este proceso. En 2016, Trump se impuso ante Hillary Clinton en Michigan por apenas 11 mil votos, una diferencia de 0,23 puntos porcentuales.
Minutos antes, Stepien había anunciado la interposición de una demanda en Wisconsin, donde Biden se impuso también por menos de 1%. En ese caso, la campaña demandó un recuento de votos. En línea con la intención de Trump de poner en duda la legitimidad del repunte de Biden en distintos estados durante la noche, Stepien indicó que “han habido reportes de iregularidades en varios condados que generan serias dudas sobre la validez de los resultados”. “El presidente está dentro del margen para realizar ese pedido (el recuento de votos) y lo haremos inmediatamente”, agregó.
Las leyes electorales de Wisconsin permiten realizar el pedido. Según el código procesal del estado, solo pueden hacerlo los candidatos que tengan una diferencia menor a un 1% con respecto a aquellos emitidos por el ganador.
En redes sociales analistas republicanos tomaron con suspicacia un importante salto de votos demócratas registrado antes de las 6 de la mañana, pero las autoridades explicaron que ocurrió cuando se contabilizaron en el sistema 170 mil votos anticipados correspondientes a la ciudad de Milwaukee, ampliamente favorable a Biden.
Según lo adelantado por las autoridades estatales, el conteo de los votos que faltan podría demorar varios días, por lo que los próximos avances llegarían con lentitud. El secretario de Estado estimó que el reporte total estaría listo para el viernes, pero luego confiaron en que estaría para la noche del miércoles.
En total, 2,8 millones de votantes enviaron su boleta por correo en Michigan, aunque la información oficial no dio detalles de la filiación partidaria. No obstante, se espera que la tendencia favorezca a los demócratas, como ha ocurrido en otros estados. Gran parte de los votos que falta contar son del contado de Wayne, centro urbano favorable a Biden.
El mandatario visitó el estado varias veces en la recta final de campaña, con actos en Muskegon, Lansing y el condado de Oakland, en las afueras de Detroit, además de Grand Rapids, donde realizó el cierre el lunes. También Biden caminó el territorio, y en Detroit lo acompañó Obama: una clara señal de que ganar Michigan es crucial para que la Casa Blanca vuelva a albergar a un demócrata.
Trump y Biden, cabeza a cabeza: En las reñidas elecciones de EEUU / Biden vs Trump: US presidential election 2020 results
A medida que sigue avanzando el conteo de los votos, la atención del mundo se centra en tres estados fundamentales que podrían definir quién ganará la elección presidencial en Estados Unidos. Los ojos están puestos en este momento sobre Wisconsin, Michigan y Pensilvania.
Estas tres regiones sumarían un total de 46 votos, de los cuales 10 corresponden a Wisconsin,16 para Michigan y 20 para Pensilvania, que además es el estado natal del candidato demócrata Joe Biden.
Se estima que los resultados totales en estos estados puedan darse a conocer dentro de varios días según ha publicado The New York Times.
En este sentido el diario norteamericano vaticinó que el conteo final en el estado de Michigan podría conocerse el 6 de noviembre, los de Wisconsin podrían tomarse como máximo un día, mientras que Pennsylvania se tomará “algunos días” o incluso hasta el fin de semana.
Puede que alguna vez Utah o Alabama voten demócrata, aunque no ha sucedido en décadas; puede que alguna vez California o Nueva Jersey vuelvan a votar republicano. Pero en general son estados donde el capital político de un partido u otro está asegurado con una previsibilidad similar a las estaciones. En cambio, Arizona, Carolina del Norte, Florida, Georgia, Florida, Iowa, Michigan, Minnesota, Nevada, New Hampshire, Ohio, Pensilvania, Wisconsin y en ocasiones Texas son como la pluma en el viento de la canzone de Rigoletto: se los considera estados en disputa perenne, que un año pueden favorecer a los conservadores y dos años más tarde, a los liberales.
En esos estados, desde la noche del 3 de noviembre de 2020, se definirá si Donald Trump permanece en la Casa Blanca o si Joe Biden regresa, esta vez como presidente. En realidad, la clave esta vez reside sólo en seis de ellos, que concentran 101 de los 270 votos que se necesitan para conquistar el Colegio Electoral: Wisconsin, Michigan y Pensilvania en el Norte y Arizona, Carolina del Norte y la Florida en el sur.
Los candidatos lo comprendieron bien en el segmento final de sus campañas: todos esos estados aparecen en la lista de los 15 mercados más importantes de la publicidad política y allí Trump y Biden concentraron sus visitas finales hacia el martes decisivo, señaló USA Today. “Si esta vez la competencia es tan ajustada como en 2016, cuando menos de 80.000 votos en Wisconsin, Michigan y Pensilvania decidieron la presidencia, hay que esperar la mayor parte del suspenso provenga de estos estados”.
Wisconsin, 10 votos en el Colegio Electoral
Trump se esforzó notablemente para retener el estado en el que ganó hace cuatro años, durante el conteo que ya suma un 69% de las actas, va dando ganador al candidato republicano con una ventaja de cinco puntos sobre su oponente demócrata. En octubre, Trump visitó Wisconsin cinco veces para recorrer los suburbios republicanos de Milwaukee, la ciudad de Kenosha y la zona particularmente pendular de Green Bay. Biden, en cambio, solo fue una vez, el viernes anterior a las elecciones; su presencia fue sobre todo en la televisión, con un volumen de publicidad muy superior al del presidente.
Con los casos de coronavirus en aumento, el estado famoso por la cerveza Miller y su gran producción de queso parece inclinarse por el demócrata en esta ocasión. Así se ha visto en las encuestas, estables desde mayo. No parecen haberlas afectado ni las oscilaciones de la pandemia ni las protestas de agosto en Kenosha, primero porque la policía disparó siete veces a Jacob Blake dentro de su automóvil; luego porque en una de las manifestaciones Kyle Rittenhouse, de 17 años, mató a dos manifestantes e hirió a otros con un arma larga.
“Biden domina Wisconsin por 5 puntos”, sintetizó CBS News las encuestas del estado. Cuatro grupos claves que se inclinaron por Trump en 2016 parecen preferir ahora al ex vicepresidente: los hombres, los blancos, los votantes no universitarios y los adultos mayores. USA Today citó el sondeo más importante, que realiza Marquette Law School, que en seis mediciones dio al ex vicepresidente primero con una ventaja de entre 4% y 6 por ciento.
Una de las razones parece ser el coronavirus, que ha causado crecientes contagios y hospitalizaciones en las últimas semanas; incluso el equipo de futbol americano de la universidad estatal, los Badgers, debieron cancelar su partido contra Nebraska porque varios de los jóvenes del equipo dieron positivo. “Los partidarios de Biden señalan que el virus es una de las principales razones por las que lo eligen a él en lugar de a Trump, ya que creen que él haría una mejor gestión del brote”, interpretó CBS News.
Michigan, 16 votos en el Colegio Electoral
“De todos los estados en disputa que pasaron del azul al rojo hace cuatro años, Michigan es el que más probabilidades tiene de volver a apoyar al candidato demócrata”, resumió USA Today. Sin embargo, para este momento cuando ya suman 50% del conteo de los votos en el estado, Donald Trump se está imponiendo ligeramente sobre Biden por 11 puntos.
La ventaja de Biden en las encuestas finales llegó al 6,5% en el mapa donde Trump ganó en 2016 por solo 10.704 votos sobre 4,8 millones.
Ante el 48%-41%, Trump se esforzó en la campaña con actos durante el sprint final Muskegon, Lansing y el condado de Oakland, en las afueras de Detroit, además de Grand Rapids, donde cerró su campaña exitosa contra Hillary Clinton. También Biden caminó el territorio, y en Detroit lo acompañó Obama: una clara señal de que ganar Michigan es crucial para que la Casa Blanca vuelva a albergar a un demócrata.
Por la economía y por la crisis del COVID-19, según una encuesta de Detroit Free Press, un grupo central entres los simpatizantes de Trump parece darle la espalda: los trabajadores no calificados, que carecen de estudios universitarios o terciarios, lo apoyaron 62% contra 31% en 2016, pero ahora esa cifra se redujo al 54%, y los 8 puntos exactos se trasladaron a su contrincante.
La publicidad demócrata en televisión —18.100 spots en los mercados de Michigan entre el 12 y el 25 de octubre, según Wesleyan Media Project, contra 5.700 de los republicanos— también habla de la importancia de este estado en la gran final del Colegio Electoral. Con un total, para ambos candidatos, de USD 18,6 millones de dólares, Michigan es el tercero en gasto en avisos, detrás de Florida y Pensilvania.
Aunque antes del 3 de noviembre ya se habían emitido 2,6 millones de votos por correo, el gobierno advirtió que pueden pasar días hasta que se conozcan los resultados definitivos.
Pensilvania, 20 votos en el Colegio Electoral
Para cuando ya se han contado el 54% de los votos en el estado, el presidente Trump acumula un favorable 15% que inclina la balanza a su favor momentáneamente, poniéndolo con una ventaja en los tres estados claves.
La temperatura de la pelea electoral sube muchos grados en Pensilvania. Este estado de enorme peso en la decisión final sobre la presidencia sumaba una diferencia entre los candidatos demasiado próxima al margen de error de las encuestas, 5,9% en los sondeos de CBS News: Biden tiene 53% de la intención de voto contra el 46% de Trump.
Hay otros factores que hacen a este estado pendular mucho más sensible que de costumbre. En 2016 el presidente ganó el estado donde se redactó la Constitución por 44.300 votos de 6,1 millones emitidos. Y en 2020 el registro de ciudadanos habilitados para sufragar llegó a los nueve millones.
Biden, que nació y se crió Pensilvania hasta los 13 años, parece resonar positivamente entre los votantes que dieron el triunfo a los demócratas entre 1992 y 2016. En una última visita al lugar, aludió a su trayectoria desde la casa natal de Scranton —una localidad de 75.000 habitantes en el noreste— hasta la Casa Blanca. Trump, mientras tanto, visitó el estado casi semanalmente durante la campaña, con unas 10 visitas personales o de su equipo.
Hacia finales de octubre 3,1 millones de votantes habían solicitado su boleta por correo y 2,1 millones la habían enviado completada. Sin embargo, varios condados advirtieron en los últimos días que necesitarían más tiempo y que por falta de recursos sólo podrían comenzar a contar los votos una vez terminado el acto electoral, el miércoles a la mañana.
Courtesy: AP
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