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Los decomisos de metanfetamina se dispararon a lo ancho de la frontera entre México y EEUU: 42 por ciento más que el año pasado

Los agentes de la Patrulla Fronteriza incautaron 9, 525 kilos de metanfetamina durante el último año fiscal

Los oficiales de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos, junto con los agentes de la Patrulla Fronteriza, incautaron casi 18,000 kilos de metanfetamina en los primeros dos meses del presente año. Esto representa un aumento del 42 por ciento respecto al mismo período del año anterior.

Los funcionarios de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) tuitearon un informe que mostraba la incautación de 12,690 kilos de metanfetamina. Las incautaciones son el resultado de los esfuerzos combinados de los oficiales de la CBP y los agentes de la Patrulla Fronteriza de EEUU.

Los oficiales de CBP que trabajaban en los puertos de entrada a lo largo de las fronteras de los EE UU incautaron 16,338 kilos de metanfetamina durante octubre y noviembre. Además, agentes de la Patrulla Fronteriza incautaron 2.811.

Durante el año fiscal 2020 que estableció un récord, y que terminó el 30 de septiembre, los oficiales de CBP OFO incautaron 71, 214 kilos. En los primeros dos meses del año fiscal 21, los oficiales incautaron otras 16, 338 kilos de la droga. Esto representa casi el 23 por ciento del total récord del año anterior, informaron los funcionarios.

Las autoridades estadounidenses anunciaron en octubre la incautación sin precedentes de una tonelada de metanfetaminas en Los Ángeles, confiscada por la DEA a principios del mes junto con importantes cantidades de cocaína y heroína.

“Esta es suficiente droga para dar a probar una dosis de metanfetamina para cada hombre, mujer y niño en Estados Unidos y México”, dijo a reporteros Timothy Shea, jefe interino de la Agencia Antidrogas (DEA), en un almacén en Montebello, cerca de Los Ángeles y frente a una pirámide de tres metros con la droga decomisada.

El enorme alijo, con un valor en la calle de 7,2 millones de dólares, se encontró junto con más de 400 kilos de cocaína y casi 6 kilos de heroína, como parte de la Operación Crystal Shield (Escudo de Cristal), un esfuerzo lanzado por la DEA en febrero a nivel nacional.

En diciembre, los números continúan acumulándose: los oficiales de la OFO incautaron 840 kilos en un solo envío en el Puente Internacional Pharr en el sur de Texas, informó Breitbart Texas.

Entre los componente que son utilizados habitualmente para sintetizar la droga se encuentran: ácido para baterías, hidróxido de amoníaco, anticongelante, cristal cortado, talco y antihistamínicos.

Todo se mezcla y da como resultado lo que conocemos como cristal o metanfetamina, una droga de diseño que se cocina en un laboratorio y que también es conocida como ice, hielo, crico, cristo, foco o simplemente meth.

Su consumo en México empezó a cobrar importancia entre 2008 y 2016, pues en ese período se detectó que el número de adictos a esta sustancia internados en centros de narcóticos anónimos se había triplicado.

Después del alcohol, es considerada como la droga de más impacto en México. Los estados que han registrado aumentos importantes en el número de adictos son Baja California, Baja California Sur, Sonora, Sinaloa, Durango, Nayarit, Jalisco, Guanajuato y Colima.

La División Antidrogas de la Policía Federal en el país tiene identificado al cristal como la segunda droga más decomisada en los últimos seis años, desplazando a la cocaína y a la heroína.

De acuerdo con un artículo publicado en Harvard Health, la metanfetamina es un poderoso estimulante que puede fumarse, inyectarse o inhalarse y produce una sensación de euforia y placer similar a los efectos de la cocaína.

La diferencia es que los efectos del Cristal pueden durar más de 12 horas y se caracterizan, en primera instancia, por la supresión total del apetito y el sueño.

Cuando la droga llega al cerebro aumenta la producción de dopamina, un neurotransmisor asociado con la sensación de placer en el cuerpo. El poder adictivo del cristal se manifiesta en la ansiedad que experimentan sus consumidores cuando desaparece el rush placentero.