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Margot Robbie estuvo 17 horas desnuda con 30 hombres

En una escena en El Lobo de Wall Street y la cachetada a Leo Di Caprio

Detrás de todo éxito cinematográfico hay horas de trabajo, predisposición y enfoque. Un equipo que va por el mismo camino hacia un objetivo en común. En el medio, interpretes que dejan la piel y mucho más para que lo que después se vea en la pantalla resulte lo más efectivo posible. Lograr esto para la gran mayoría significa la gloria inmediata, para luego ir por la eterna.

Si se busca seguir escalando peldaños en una industria como la hollywoodense, a la que casi todo actor apunta llegar, es primordial comenzar con el pie derecho. No suele haber segundas oportunidades, más allá de situaciones puntuales que ahora no vienen al caso. En este contexto, quien hizo todo esto -y por mérito propio continúa en ascenso- es Margot Robbie.

Con 30 años, sobre sus hombros carga un recorrido exquisito. Papeles que la catapultaron, colocándola en lo más alto. En 2008, mientras desfilaba en las mejores pasarelas del mundo como modelo, su otra pasión, la australiana debutó como actriz con pequeñas apariciones, pero ya dejando una marca registrada. Aunque el momento exacto en el que se hizo conocida mundialmente por los amantes del cine se dio en el 2013. Su trabajado rol en El Lobo de Wall Street fue su antes y su después en lo que respecta a la pantalla grande, el punto de partida para llegar a la consagración y ser lo que es hoy: una figura de la industria del entretenimiento.

Sin embargo, a Margot no le resultó sencillo. Durante el rodaje se dieron escenas puntuales que la hicieron pensar en qué tan invasivo puede ser un trabajo. Ahora, a siete años del debut de la película que protagonizó Leonardo DiCaprio, salieron a la luz los pormenores de los días de grabación que, por el trauma, la actriz recuerda con lujo de detalles.

El taquillero filme (recaudó 392 mi­llones de dólares) estuvo inspirado en el corredor de bolsa Jordan Belfort, que llevó adelante una de las estafas monetarias más grandes de Estados Unidos. Su capacidad para manipular el mercado y hacerse de grandes ganancias, el lavado de dinero y demás, hicieron que la Justicia pusiera los ojos en él. Tras la cárcel, en 2008 salió en libertad, empezó a escribir un libro sobre su vida, y terminó autorizando la realización de la película de esta historia que narramos.

En El Lobo de Wall Street, Margot Robbie se puso en la piel de Noami Lapaglia. Primero fue la amante del Belfort (Di Caprio), luego se convirtió en su mujer. Durante toda la película la australiana tuvo que lidiar con escenas su­bidas de tono, y otras de maltratos, desengaños y violencia. Sin embargo, lo que más la traumó fue la secuencia erótica: debió poner su cuerpo y lidiar con el entorno y el equipo de trabajo.

El director Martín Scorsese confesó que la contrató para el papel por un inesperado acto de valentía durante su primera audición. Según contaron, Margot improvisó una escena que no estaba en el libreto, dejando a toda la sala con la boca abierta. “Le pegó una bofetada a Di Caprio en la cara, eso no estaba en el guión. Fue una improvisación que nos pareció maravillosa, e incluso la incluimos en el guión”, remarcó Scorsese.

La prensa la consultó por ese acontecimiento: Margot respondió que puso todo de sí para cautivar y ser contratada. Luego, agregó una de sus máximas: “Si no haces algo impresionante, nunca saldrá nada. Si es una oportunidad única en la vida, entonces aprovéchala. Tal vez tendría que haberlo besado… ¿Cuándo tendré la oportunidad de besar a Leo Di Caprio? Pero cuando pasó lo de la bofetada, la otra parte de mi cerebro hizo ¡clic! Y le pegué en la cara a Di Caprio”.

Margot Robbie, Leonardo DiCaprio y el director Martín Scorsese

The scene in which she was naked for 17 hours with 30 men and the slap of Leo Di Caprio: Margot Robbie’s bad experience in The Wolf of Wall Street

Behind all cinematographic success there are hours of work, predisposition and focus. A team that is on the same path towards a common goal. In between, performers that leave the skin and much more so that what is later seen on the screen is as effective as possible. Achieving this for the vast majority means immediate glory, then go for eternal glory.

If you want to continue climbing the ladder in an industry like Hollywood, which almost every actor aims to reach, it is essential to start on the right foot. There are usually no second chances, beyond specific situations that are now irrelevant. In this context, whoever did all this – and by his own merit continues to rise – is Margot Robbie.

At the age of 30, he carries an exquisite journey on his shoulders. Roles that catapulted her, placing her at the top. In 2008, while parading on the best catwalks in the world as a model, her other passion, the Australian debuted as an actress with small appearances, but already leaving a registered mark. Although the exact moment in which she became known worldwide by movie lovers occurred in 2013. Her worked role in The wolf of Wall Street it was his before and after when it comes to the big screen, the starting point to reach the consecration and be what he is today: a figure in the entertainment industry.

However, it was not easy for Margot. During the filming there were specific scenes that made her think about how invasive a job can be. Now, seven years after the debut of the film he starred in Leonardo Dicaprio, came to light the details of the days of recording that, due to the trauma, the actress remembers in great detail.

The box office film (grossed $ 392 million) was inspired by the stockbroker Jordan Belfort, which carried out one of the largest currency scams in the United States. His ability to manipulate the market and make large profits, money laundering and others, made Justice set its eyes on him. After prison, in 2008 he was released, began to write a book about his life, and ended up authorizing the making of the film of this story that we narrate.

In The wolf of Wall Street, Margot Robbie put herself in the shoes of Noami Lapaglia. First she was the mistress of the Belfort (Di Caprio), then she became his wife.

Courtesy: Ben Oakley