Casemiro salió al rescate de Brasil / Casemiro magic sends Brazil through as Vini shines

Doha.- No tuvo a Luka Modric ni a Toni Kroos a su lado, pero Casemiro, o ‘Casemito’, como siempre que le necesitan, salió al rescate de su equipo para conectar un disparo con el empeine, a bote pronto, y mandar a Brasil a los octavos de final del Mundial con la victoria 1-0.

El centrocampista del Mancheter United, que bromeaba en la previa con qué compañeros se encuentra más cómodo en el medio. «Luka Modric y Toni Kroos», desactivó el sopor de su equipo, que sigue con problemas de creación de juego y de conexión con el ataque, y finiquitó el pase de los brasileños a octavos. Segunda selección con el billete ya comprado, junto a Francia, pero con más dudas en el juego que los galos.

No es ningún misterio. A Brasil le está costando abrir los partidos. La selección de Tite toca y toca, pero sufre un mundo para descolocar defensas tan bien trabajadas como la de Serbia y la de Suiza. Los de Murat Yakin, además, no renunciaron a la pelota con el desprecio con el que lo hicieron los balcánicos. Intentaron disputarle la posesión a Brasil y controlaron el partido durante bastantes minutos, cerrándole los espacios a Brasil y haciendo buena esa máxima: «si tú tienes el balón, tu rival no lo tiene». Johann Cruyff era un genio.

La presión alta de los suizos, unido a un centro del campo poco creativo, que echa de menos la creatividad del ’10’, obligó a volcar el juego brasileño a la banda. Mientras Neymar tenía que ver el partido desde el hotel, con el dolorido tobillo en alto, Raphinha asumía el papel protagonista.

De sus botas nació la poca magia de la que disfrutó el primer tiempo. Un centro precioso para que Vinicius, con la espinilla, fallase un gol clamoroso, un desborde desde la banda que terminó en disparo a las manos de Sommer y varios pases verticales erráticos. No brilló el del Barcelona por su precisión, pero sí por su carácter para coger las riendas de un equipo al que le faltó un líder en ataque.

En este contexto de sopor, en el que solo Raphinha y Vinicius brillaban, Suiza aprovechó la descompostura para mandar avisos. Primero en un balón muerto en un córner en el que Rubén Vargas se escabulló de Thiago Silva, antes de que Alisson le arrebatara la pelota, y más tarde cuando un pase de 30 metros encontró a Widmer dentro del área. El lateral suizo acomodó la pelota y buscó un pase de la muerte que desactivó Militao.

A Brasil le entraron las prisas y Tite metió a Rodrygo en lugar de Paquetá, su plan más ofensivo. El empate no era malo, pero este partido era para ganarlo y creyó encontrar el antídoto en una enrevesada jugada que comenzó a trompicones en el centro del campo y que terminó con una triangulación entre Rodrygo, Casemiro y Vinicius, que sorteó a un defensa y tras un amago definió ante Sommer. La alegría fue efímera, pues el VAR vio el fuera de juego de Richarlison en la construcción de la jugada. Vuelta a empezar.

Brasil no era capaz de conectar con su gente de arriba y la única opción era confiar todo a la arrancada de Vini o a una jugada aislada. Una vez más, como ante Serbia, Brasil confió en que alguien agitara la lámpara mágica, y esta vez no fue Richarlison, sino Casemiro.

Combinó con Rodrygo en la frontal y sacó un disparo seco, botando y que, tras tocar ligeramente en un defensor suizo, se alejó hasta meterse junto al palo. De primeras, un golazo; de segundas, también, pero con un poco de suerte.

No le hizo falta más a Brasil, que aseguró su segunda victoria del torneo y ya está en octavos de final. Virtualmente es también primera, solo un descalabro ante Camerún se lo impedirá.

EFE

Casemiro magic sends Brazil through as Vini shines

DOHA, Nov 28 (Reuters) – Doha’s Stadium 974 thrummed to the samba beat on Monday night as Brazilian fans brought Latin American swagger to this patch of Qatar and Casemiro fired Brazil into the knockout stages of the 2022 World Cup finals with a 1-0 victory over Switzerland.

The midfielder’s spectacular 83rd minute goal sent Brazil through with a game to spare and lit a touch paper to a contest that up to then had struggled to smoulder.

“Thank God we scored that goal,” Casemiro said. “We were patient…it was an annoying game.”

But the sea of Brazilian fans will not care about any of that as 80 or so minutes of sloppy passing and directionless play was forgotten in the hysteria of the final minutes.

Tens of thousands of yellow shirts had painted the inside of this quirky stadium bright yellow, broken up only by small pockets of local fans in traditional white robes and a smattering of red Swiss shirts.

It was hard to believe this was a match being played on the Arabian Peninsula, for it had every setting of a home game for the Brazilians – from the thunderous roars accompanying every fancy move to the rhythmic beat drummed out throughout.

But if the supporters had planned for a party, the student of soccer might well have suspected otherwise. The two previous World Cup meetings between these two sides had ended in draws – 2-2 in 1950, and 1-1 in 2018.

The Brazilians had only won three of their nine match-ups with Switzerland in total, with four drawn and two losses.

This Monday night clash looked to be heading for another stalemate before Casemiro’s moment of pure magic – one which saw him named man-of-the-match.

With Brazil increasingly desperate, half-time substitute Rodrygo played a first time ball to Casemiro who struck it with the outside of his foot and it glided – in time-honoured Brazilian fashion – past Yann Sommer in goal.

The Swiss keeper could only watch in horror as the ball bulged the side of the inside of his goal. Cue cacophony.

But while Rodrygo provided the assist, Casemiro and Brazil owe the bigger debt of gratitude to Vinicius Jr for the goal – Brazil’s newest superstar had drawn three increasingly desperate defenders onto him in a smart move which created rare space for the goal.

As important as Monday’s victory was for Brazil, perhaps of more importance was the performance of Vinicius Jr – Vini to his team mates.

The 22-year-old underlined his credentials as the perfect replacement for Neymar, a player who seems to physically break down every time Brazil need him the most.

The PSG superstar missed Monday’s match and is unable to play the final dead group game as he recovers from yet another ankle injury suffered in Brazil’s debut against Serbia.

But with a plug-and-play genius like Vinicius Jr ready to take on the mantle of chief playmaker, Tite and the whole of Brazil can rest easy.

Winded by a cruel moment of Brazilian brilliance, the Swiss slumped and the match could well have ended two or 3-0, but that would have been unduly harsh on the Europeans who, for the most part, blunted their opponents.

The Swiss, though, can take heart from their performance and a win against Serbia in their final group match will send them through along with Brazil, and a draw could even be enough.

“I cant really blame the team, they did a good job today,” said Swiss coach Murat Yakin.

“We have a lot of good takeaways for the next game – one we have control over.”

Reporting by Mitch Phillips, editing by Angus MacSwan

By Ossian Shine