El ring también es cosa de chicas / The boxing ring also belongs to women
Por Guillermo Rojas y Victoria Lis Marino | Tulsa, OK
Desde que el mundo es mundo las peleas han sido cosa de hombres y el boxeo también. Sin embargo, Nadia Ibarra, vino a demostrarnos que el deporte es deporte, y punto, sin genero ni distinciones.
Ibarra es una joven Tulsana de 27 años, hija de inmigrantes Mexicanos que se dedica al box amateur desde los 21. “En realidad me crie con el box. Mi hermano lo practicaba y yo lo veía entrenar, también veíamos peleas en la tele, así que crecí con el deporte. Cuando tuve mi primer pelea me hice adicta”, explicó.
Hoy, Nadia es la principal boxeadora de Oklahoma, con 30 peleas amateur y solo 6 derrotas, es la primer boxeadora femenina del estado en haber recibido los Golden Gloves, el premio a lo mejor del boxeo.
El boxeo es duro, los golpes van y vienen y a veces las lesiones dejan mucho más que ojos negros. Ibarra se rompió el tendón de Aquiles en el 2021 y tuvo que ser operada, no obstante, nada la alejo de su pasión, el ring. “Con cirugía a cuestas y todo este año volví a ganar”, dijo con satisfacción, a conciencia de que el deporte tiene consecuencias impensadas.
Pero en un mundo dominado por hombres, calzar guantes no vasta y Nadia lo sabe. “ A cada persona que le digo que soy boxeadora me mira con lastima y luego me dicen “¿por qué? Tu cara es tan bonita ¿Por qué quieres que te peguen?” . Y su respuesta es contundente, “El boxeo me relaja y me da paciencia, me ayuda a pensar. Cada uno tiene sus problemas, sus cuestiones mentales a resolver y debe encontrar algo que lo ayude a no pensar en nada”, aseguró.
Y gracias a Nadia y tantas otras como ella que abren camino para las que no se animan a desafiar los cánones deportivos, el boxeo, ya no es cosa de hombres. Y por eso Nadia entrena duro junto a su hermano, animándose a hacer sparring con hombres para acostumbrarse a los golpes duros, los golpes de la vida. “Gracias a dios cuento con el apoyo de mi papa, mis hermanos y mi novio y eso es lo único que me importa”, admitió reconociendo tener la aprobación necesaria para continuar la pelea.
Y mientras se prepara para las eliminatorias olímpicas de boxeo, Nadia no baja los guantes de la vida y también estudia con dedicación para convertirse en enfermera, otra de sus pasiones. “Yo quiero ser enfermera además de dedicarme a este deporte, es lo que amo”, reconoció la estudiante de TCC.
El boxeo le ha permitido a esta joven promesa abrirse camino en la vida, obtener becas y hasta la clasificación para el torneo previo a las olimpiadas, que podría darle la oportunidad de ser miembro del equipo olímpico de Estados Unidos. “Solo tengo que entrenar duro para conseguirlo”, dijo con la meta en el ring.
A todos aquellos ahí afuera buscando luchar contra el sistema y revertir estereotipos Nadia les aconseja: “Sepan que podemos hacer cosas diferentes, solo hay que buscar algo que nos ayude con nuestra salud mental, sea boxeo, futbol, pintar o cantar para lograr perdernos de nuestros pensamientos por un rato”, sugirió. Y a aquellas lectoras mujeres cuya osadía duerme de día y sueña de noche Nadia les dice. “Podemos hacer más que limpiar y cocinar, los tiempos cambiaron, lo único importante es no olvidarse las tradiciones y de dónde venimos”. (La Semana)
The boxing ring also belongs to women
By Guillermo Rojas | Tulsa, OK
Since the early days of the world, fighting has been reserved to men, and so has been boxing. But a Tulsa girl called Nadia Ibarra has come to show us that sports are sports, with no gender, no distinctions.
Ibarra is a 27 year old Hispanic American that has been boxing nonstop since she was 21. “The truth is I was raised with boxing. My eldest brother practiced the sport and I used to watch him train, then he came home and we would watch iconic fights on TV. I grew up with boxing, and after my first match I became addicted to it,” Ibarra recalled.
Today, Nadia is the main female boxer in Oklahoma. Her record is 30 fights and only 6 defeats and has been the first woman to ever win the Golden Gloves, an award given only to the best of the best.
Boxing is hard, punches come and go and sometimes cause more harm than just a black eye. Ibarra broke her Achilles tendon in 2021 and had to have surgery, but nothing stopped her from fighting.
“I decided to come back after my recovery and won again,” she said with satisfaction, aware of the uncontrollable consequences of the sport of her choice.
But in a world ruled by men, using gloves and having black eyes is not enough, and Nadia knows it. “Every person I meet always says the same thing. ‘You are so beautiful, look at that face, why do you like to get punched?’”
And her answer is more than enough to calm the critics. “Boxing relaxes me, it makes me more patient and helps me think,” she said. “Each of us has their own demons to fight, mental issues to solve and everyone needs to find something that allows us to think of nothing.”
Nadia is a game changer, opening roads for those women willing to change the rules, and because of girls like her, boxing is no longer a men’s domain. And that’s the reason Nadia trains hard, and practices sparring with her brother, to be able to accept the challenges and the strong punches of life.
“Thank God I have the support of those that count, my father, my brothers and my boyfriend,” she stated, aware of the importance of being approved at least by those you love.
And while she gets ready for the Olympics, Nadia holds the gloves of life every day at the university, where she is studying to be a nurse. “The most important thing to me besides boxing is becoming a nurse,” said the TCC student.
So far, boxing has given Nadia the chance to carve her own path, the possibility of finding scholarships and even qualifying for the Olympic eliminations next December, a chance that could put her on the USA Olympic team. “I only need to train hard to get there,” she said, with eyes only for the ring. (La Semana)
To all those out there fighting against the system looking to reverse stereotypes Nadia advises: “Know that we are allowed to do different things, you only need to find something that helps you mentally. It can be boxing, soccer, painting, singing, whatever sends you far away from your thoughts for a while”. And for those women whose will sleeps during the day and lightens up when dreaming she says: “We can be more than cleaners and cookers. Times have changed and the only important thing is never to forget our traditions and the place where we came from”.
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