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Murió Berlusconi, el hombre que transformó el ‘calcio’ / Berlusconi, the man who transformed ‘calcio’, died

POR EFE – El magnate italiano, fallecido este lunes a los 86 años de edad a causa de la leucemia que padecía desde hace tiempo, fue un hombre de negocios y de política. Con su fallecimiento se va también una parte del Milan dorado

Silvio Berlusconi, fallecido este lunes a los 86 años de edad a causa de la leucemia que padecía desde hace tiempo, fue un hombre de negocios y de política. Pero también de fútbol. La impronta que deja en el deporte rey, rubricada con un Milan histórico que gobernó durante 31 años, no tiene parangón con muchas otras obras de arquitectura futbolística. Aquel Milan campeón será siempre el Milan de Berlusconi.

Berlusconi comenzó su andadura con el conjunto rossonero en 1986, hace ya 37 años. Su ascenso al poder del Milan fue algo extraño. Dos descenso administrativos, en 1981 y 1983, y un presidente, Giovanni Nardi, fugado, generaron un caldo de cultivo de incertidumbre en el norte de Italia sobre el rumbo que iba a tomar la entidad lombarda.

Berlusconi: aterrizaje a lo grande

Pero apareció un Berlusconi de 50 años, ya asentado en el mercado audiovisual con su Mediaset, ávido de oportunidades de negocio, para asumir el mando. Y lo hizo a lo grande. Aterrizó con un helicóptero el día de la presentación de su nuevo equipo, un 18 de julio de 1986, en el centro de un Arena Milano al son de la Cabalgata de las valquirias de Wagner. Ahí dejó claro cuál iba a ser su estilo. Ese que, para bien o para mal, llevó hasta el final de sus días.

La idea de Berlusconi con su nuevo hijo futbolístico estaba clara. Quería títulos y no tenía demasiada paciencia. La solución más rápida: el capital. Más de 700 millones de euros.

Le dio las llaves a Arrigo Sacchi en la primera etapa de gloria, a Fabbio Capello en la segunda y a Carlo Ancelotti en la tercera; pero él seguía siendo la imagen principal, el protagonista de un equipo que escaló hasta lo más alto de Italia y Europa con jugadores como Dida, Gattuso, Ibra, Kaka, Pirlo, Rijkaard, Gullit, Ronaldinho, Ronaldo, Sevchenko, Van Basten o Weah, entre otros tantos.

El Milan

Tardó solo tres años en dar sus frutos el renovado proyecto milanista desde la llegada del magnate. En 1989 se consagró como un ogro en Italia ganando el Scudetto y la Supercopa de Italia, y en Europa, levantando la primera orejona de su palmarés. Un año más tarde conquistó la segunda Copa de Europa, asentándose como un grande en Europa. Berlusconi cumplió su objetivo.

Las vitrinas comenzaron a llenarse de trofeos: cinco Ligas de Campeones, cinco Supercopas de Europa, ocho Scudetti, un Mundialito, seis Supercopas de Italia y una Copa, entre otros.

El Milan era la imagen del éxito de un hombre de negocios que compaginaba vida deportiva y política, muchas veces sin diferenciar entre ellas. Se refugió en la gloria futbolística de los numerosos escándalos que acompañaron su carrera.

El declive

Tras tres etapas con un éxito incontestable, llegó el fin de una era para el Milan en 2007 con la que fue la quinta Liga de Campeones de Berlusconi. El declive de una de las entidades más poderosas del calcio comenzó de forma clara en 2006. Ese año se confirmó que había estado implicada en el conocido como ‘Caso Calciopoli’, pese a que consiguiera mantener la categoría.

La gestión, otrora un camino ilusionante hacia el éxito, tornó en un tobogán hacia la decadencia que dio un último coletazo con Massimiliano Allegri y el último Scudetto de Berlusconi, conquistado en 2010.

Siete años después, en 2017, con el Milan sumido en una importante crisis económica, de juego y resultados, Berlusconi dio un paso al lado y puso fin a la etapa más importante de la historia del Milan.

El Monza, un proyecto ilusionante

Sin embargo, lejos de querer alejarse del mundo del fútbol, tan solo un año más tarde de abandonar el Milan, en 2018 y con una rápida operación de casi tres millones de euros, el magnate de los medios de comunicación se quedó con el 100% de un Monza de Serie C. El objetivo de Berlusconi estaba claro, llegar a la Serie A lo antes posible.

Il Cavaliere estaba de vuelta en el ruedo, y sus estridencias y salidas de tono volvieron al mundo del fútbol en 2022. Tan solo cuatro años después, gracias a su tenacidad y cartera, retornó a su hábitat natural, la Serie A. La vuelta a los focos, a sentirse el centro de atención en el circo futbolístico.

El dueño del grupo financiero Fininvest imitó su modelo del Milan; también con los buenos resultados que obtuvo en su día. Un proyecto deportivo por la vía rápida, a base de talonario. Y 116 millones de euros después -repartidos en fichajes, ampliación de capital y nuevas infraestructuras para el equipo-, una cifra desorbitada para equipos de la tercera y segunda división, lo consiguió.

De hecho, pudo vivir en un estadio su propio derbi, el ‘Derbi de Berlusconi’. La nostalgia de lo que fue con un gigante y la ilusión de lo que podía llegar con un modesto se miraron a los ojos. Los bonitos recuerdos de una época pasada plagada de éxitos y los sueños de futuro convergieron en un choque de once contra once que tuvo un espectador especial en la grada.

Este Monza, su nuevo Milan, le regaló una gran primera campaña finalizando undécimo en su estreno histórico en Serie A. Pero Berlusconi siempre quiso más, mantuvo hasta el final su ambición. Lo dijo en el ascenso de su segundo hijo futbolístico la temporada pasada. Apuntó al Scudetto y a la ‘Champions’.

El último de sus discursos extravagantes y comentarios fuera de lugar fue a finales de 2022, cuando prometió a los jugadores un «autobús lleno de prostitutas» si ganaban a uno de los grandes de Italia en Serie A.

Berlusconi era una de las pocas figuras que quedaban de ese fútbol de antes. Con él, se va también una parte del Milan dorado. Pero lo que resta seguro es su nombre ligado a dos etapas históricas, cada una a su manera, de dos conjuntos que conocieron la gloria de su mano.

Berlusconi, the man who transformed ‘calcio’, died

by EFE – The Italian tycoon, who died this Monday at the age of 86 because of the leukemia he had suffered for a long time, was a businessman and politician. With his death, a part of the golden Milan also leaves.

Silvio Berlusconi, who died on Monday at the age of 86 due to the leukemia he had suffered for a long time, was a businessman and politician. But also soccer. The imprint it leaves on the king sport, signed with a historic Milan that he ruled for 31 years, is unparalleled with many other works of football architecture. That Milan champion will always be Berlusconi’s Milan.

Berlusconi began his career with the Rossonero team in 1986, 37 years ago. His rise to Milan’s rise to power was somewhat strange. Two administrative declines, in 1981 and 1983, and a president, Giovanni Nardi, who escaped, generated a breeding ground of uncertainty in northern Italy about the direction that the Lombard entity was going to take.

Berlusconi: landing in a big time

But a 50-year-old Berlusconi appeared, already settled in the audiovisual market with his Mediaset, eager for business opportunities, to take charge. And he did it in a big foot. He landed with a helicopter on the day of the presentation of his new team, on July 18, 1986, in the center of a Milano Arena to the sound of Wagner’s Valkyrian Parade. There he made it clear what his style was going to be. The one that, for better or for worse, took until the end of his days.

Berlusconi’s idea with his new soccer son was clear. I wanted titles and I didn’t have too much patience. The fastest solution: capital. More than 700 million euros.

He gave the keys to Arrigo Sacchi in the first stage of glory, to Fabbio Capello in the second and to Carlo Ancelotti in the third; but he was still the main image, the protagonist of a team that climbed to the top of Italy and Europe with players such as Dida, Gattuso, Ibra, Kaka, Pirlo, Rijka.

The Milan

It took only three years for the renewed Milan project to bear fruit since the arrival of the tycoon. In 1989 he was consecrated as an ogre in Italy winning the Scudetto and the Italian Super Cup, and in Europe, raising the first ear of his record. A year later he won the second European Cup, ing himself as a great in Europe. Berlusconi fulfilled his goal.

The showcases began to fill with trophies: five Champions Leagues, five European Super Cups, eight Scudetti, a World Cup, six Italian Super Cups and a Cup, among others.

Milan was the image of the success of a businessman who combined sports and political life, often without differentiating between them. He took refuge in the football glory of the numerous scandals that accompanied his career.

The decline

After three stages with undeniable success, there was the end of an era for Milan in 2007 with what was Berlusconi’s fifth Champions League. The decline of one of the most powerful calcium entities began clearly in 2006. That year it was confirmed that she had been involved in the so-called ‘Calcipoli Case’, despite the fact that she managed to maintain the category.

The management, once an exciting path to success, turned into a slide towards decadence that gave a last blow with Massimiliano Allegri and Berlusconi’s last Scudetto, conquered in 2010.

Seven years later, in 2017, with Milan plunged into an important economic crisis, game and results, Berlusconi stepped aside and put an end to the most important stage in Milan’s history.

The Monza, an exciting project

However, far from wanting to get away from the world of football, just a year after leaving Milan, in 2018 and with a quick operation of almost three million euros, the media tycoon was left with 100% of a Serie C Monza. Berlusconi’s goal was clear, to reach Serie A as soon as possible.

Il Cavaliere was back in the ring, and his stridencies and outings of tone returned to the world of soccer in 2022. Just four years later, thanks to his tenacity and portfolio, he returned to his natural habitat, the Serie A. The return to the spotlight, to feel the center of attention in the soccer circus.

The owner of the financial group Fininvest imitated his Milan model; also with the good results he obtained in his day. A sports project on the fast track, based on a checkbook. And 116 million euros later – distributed in signings, capital increase and new infrastructures for the team -, an exorbitant figure for teams of the third and second division, he achieved it.

In fact, he was able to live in a stadium his own derby, the ‘B Berlusconi Derby’. The nostalgia of what was with a giant and the illusion of what could come with a modest looked into each other’s eyes. The beautiful memories of a past era full of successes and dreams of the future converged in a clash of eleven against eleven that had a special spectator in the stands.

This Monza, his new Milan, gave him a great first campaign, finishing eleventh in his historic premiere in Serie A. But Berlusconi always wanted more, he maintained his ambition until the end. He said it in the rise of his second soccer son last season. He aimed for the Scudetto and the ‘Champions’.

Silvio Berlusconi

The last of his extravagant speeches and misplaced comments was at the end of 2022, when he promised the players a “bus full of prostitutes” if they beat one of Italy’s greats in Serie A.

Berlusconi was one of the few figures left of that football from before. With him, a part of the golden Milan also leaves. But what remains for sure is its name linked to two historical stages, each in its own way, of two sets that knew the glory of his hand.