internacional

Dengue desbordado: ¿qué falló para que Perú sufriera el peor pico de casos de los últimos años? / PERU: 31 CHILDREN DEAD, NEARLY 46,000 SICK IN MAJOR DENGUE OUT

Por GDA | El Comercio | Perú – En febrero, por ejemplo, el Colegio Médico del Perú denunció que no se contaba con la cantidad adecuada de médicos intensivistas e infectólogos en todas las regiones donde se estaban presentando casos de dengue con más frecuencia

Cuando el covid-19 llegó al Perú, el virus tenía apenas tres meses de conocido. Sin un protocolo claro de acción, vacunas o el conocimiento exacto sobre la naturaleza del segundo SARS-CoV de la historia, la pandemia desbordó nuestro sistema de salud y causó la muerte de más de 220.00 personas. El dengue, endémico, con más de treinta años circulando en el país, con un patrón claro de proliferación por estaciones y experiencia médica en su atención, también consiguió sobrepasarnos.

“Pido disculpas por el error de haber anunciado que acabaríamos con la epidemia del dengue en 15 días. Mi autoexigencia y confianza en que el trabajo conjunto y por igualdad de todos los sectores involucrados me hicieron pensarlo así. Lo real es que ese error me tiene aquí ante ustedes”, dijo Rosa Gutiérrez ante el Congreso el último jueves, día que presentó su renuncia a ministra de Salud.

Aunque sus declaraciones sí fueron desafortunadas, lo cierto es que la tardía respuesta del sector a una enfermedad conocida y prevenible no se limita a una frase. Solo hasta el viernes, las cifras oficiales de muertes por dengue este año suman 261 –el triple de lo alcanzado en todo el 2017, el anterior peor año de la epidemia en el país–, hay 1.146 hospitalizados y más de 152 mil contagios.

Este es un recuento de todo lo que falló porque, aunque los casos disminuyan, el siguiente ministro de Salud tendrá que afrontar en algún momento el cíclico historial del dengue en el Perú.

Un vector descontrolado

“En abril enviamos un documento al Minsa advirtiendo que ya estaban aumentando los casos. Nos contestaron un mes después. La carta es para llorar porque nos piden explicaciones sobre dónde es específicamente, cuando ya la cosa había reventado”, dice Juan Carlos Celis, médico infectólogo y presidente de la Sociedad Peruana de Enfermedades Infecciosas y Tropicales-SPEIT. Con la experiencia de conocer el dengue de cerca en Loreto, Celis indica que el ministerio actuó demasiado tarde y de forma fraccionada. “No se respondió rápido con cosas que ya se sabían. El Minsa se encapsuló y le faltó convocar a las regiones que tienen experiencia en esto”, dice a El Comercio.

El punto de partida de la estrategia es la contención del mosquito transmisor, el ‘Aedes aegypti’, que también transmite el virus del zika, la chikunguña y otros. Si la fumigación para matar al zancudo se hizo tarde –en Piura, la región más afectada, la campaña de fumigación agresiva y sistemática se inició recién en junio, cuando los hospitales ya no se daban abasto–, el control de las larvas fue mucho peor. “Se deben reducir los criaderos al inicio, pero no se hizo porque eso requiere presupuesto para contratar a cientos de personas que vayan casa por casa”, añade Celis.

Esta demora es especialmente cuestionable si se toma en cuenta que con varios meses de anticipación se advertía que este verano y otoño habría temperaturas por encima de lo normal, incluso sin confirmación de El Niño. El calor es clave, explica Valerie Paz Soldán, doctora en salud pública e investigadora de enfermedades infecciosas. “Cuando hace más calor y más humedad, el vector tiene más lugares para poner huevos. Con el calor también se acelera el tiempo de reproducción del mosquito”, explica.

Comunicación deficiente

Aunque hay información sobre formas adecuadas de atender el dengue, Celis recuerda que esta es una enfermedad que no tiene tratamiento específico. “No hay una pastilla antidengue o antiviral como tiene el herpes u otros virus. Por eso se necesita comunicación para prevenirla”, dice.

La cuestión es que esta comunicación debe ser diferenciada porque los contextos de cada región y tiempos de la epidemia son distintos. “En Lima norte se ha encontrado que el 80% de criadores está dentro de la casa, en floreros, no tanto en el almacenamiento de agua por necesidad. En Loreto es muy distinto, acá no encuentras esos adornos de bambú que sí hay en Lima”, indica.

Tampoco hay suficiente información sobre los síntomas y los signos de alarma. Como hay cuatro serotipos del dengue, solo es posible contagiarse cuatro veces. Sin embargo, Paz Soldán señala que hay investigaciones que indican que en el segundo contagio habría mayores complicaciones. El problema es que hay quienes nunca supieron que tuvieron dengue por primera vez porque generalmente los síntomas no son graves.

“No hay ni siquiera información de dónde se consiguen larvicidas para que la población pueda limpiar y evitar los criaderos”, añade la especialista.

Personal insuficiente

Para Celis, otro problema que no puede repetirse es la enorme lentitud y falta de incentivos en la contratación de personal de salud sumado a candados burocráticos para mejorar el equipamiento de hospitales y centros de salud. “El ministerio se demora un mes para ejecutar algo, la emergencia no agilizó eso, hay demoras en las partidas presupuestales”, indica.

Aun así, las advertencias tienen varios meses. En febrero, por ejemplo, el Colegio Médico del Perú denunció que no se contaba con la cantidad adecuada de médicos intensivistas e infectólogos en todas las regiones donde se estaban presentando casos de dengue con más frecuencia.

En medio de la falta de personal, un hecho que llamó la atención fue la abrupta desactivación del grupo de expertos de acompañamiento a las políticas e intervenciones de control frente al dengue, conformada por ocho especialistas en epidemiología e infectología, que apenas estuvo activo tres semanas. Los integrantes del grupo eran ad honórem y muchos se enteraron del término con la resolución ministerial publicada la noche del lunes 5 de junio.

Descoordinación que no debe repetirse

Para Paz Soldán, es necesario reconocer que la inestabilidad en el sector salud, con 11 cambios de ministros desde el 2020, tampoco permite mantener una línea de trabajo que ayude a reducir las brechas: “No estoy exculpando a la ministra, pero no hay forma de hacer un buen trabajo si en promedio los ministros tienen 162 días en el cargo”.

De todas formas, sí se requiere un trabajo estratégico con cada región. De hecho, la Contraloría General de la República alertó esta semana que se detectaron situaciones de riesgo en Piura, Tumbes, Lima, Loreto y el Callao.

“Los gobiernos regionales tienen una enorme responsabilidad en la lentitud, ellos viven sus propias epidemias. Se necesita una unidad o entidad que asuma las compras y contratación de más personal sin pasar por diez procesos administrativos, como ocurrió con el COVID-19. La decisión viene desde arriba”, opina Celis.

PERU: 31 CHILDREN DEAD, NEARLY 46,000 SICK IN MAJOR DENGUE OUTBREAK

LIMA, June 2023 – At least 31 children have died and a further 45,900 children have been infected with the deadly dengue virus, in the worst epidemic of the illness in Peru in over a decade, said Save the Children.

The country has seen over 150,294 cases since January 2023, a number substantially higher than the previous peak of 74,000 cases for the entire year in 2017. The death toll from the viral outbreak has risen to 252 nationwide. The country normally averages around 28,000 cases per year, with peaks during El Nino weather events.

Children account for over 30% of all cases in the latest outbreak in Peru, with children in Piura and Lambayeque regions worst affected presenting the main symptoms of dengue: fever, sleepiness, lack of energy, or irritability, rash, vomiting and unusual bleeding in the more serious cases.

The alarming figures demonstrate the high vulnerability of children to this disease and the need to reinforce prevention and control measures against dengue, which is transmitted through the Aedes aegypti mosquito.

Confronting this dengue outbreak has been challenging for Peru because warmer weather conditions and heavy rains are providing the ideal environment for the breeding of the dengue-transmitting mosquito These conditions were intensified by the arrival of Cyclone Yaku at the beginning of the year, the first cyclone in the country for 40 years. The effects of the climate crisis is making it difficult to stop the outbreak despite the intensification of fumigation and elimination of breeding sites.

Dengue fever is common in tropical parts of the world, and outbreaks are typical during rainy seasons. Children are particularly vulnerable to the disease because their immune systems are weaker than adults and they tend to play outside where there’s less protection against the mosquitos.

This dengue outbreak is impacting 18 out of 24 regions of the country that have been declared in a state of emergency. The dengue epidemic has also led to the interruption of classes, with some areas opting for a return to virtual education, which had ended with the decline of the COVID-19 pandemic. Similarly, the overwhelming number of cases has exceeded the capacity of local hospitals and health centers, limiting access to timely medical care.

Andrés, 16, living in Lima region, said:

“We are seeing how dengue affects children and teenagers. Like with COVID-19, it affects us really badly, even killing some children, and many of us now need to once again take our classes at home. People are very scared. The worst places for the dengue are in the north (of Peru)”.

With the El Niño Global phenomenon, the climatic conditions will favor the emergence of dengue and other diseases that pose a risk to the most vulnerable groups, including children and adolescents, pregnant women, and the elderly.

Verónica Valdivieso, Save the Children Perú Director, said:

“Peru’s children are particularly vulnerable to dengue fever, and the high rates of cases is notably concerning. Peru desperately needs stronger national leadership to put policies in place to prevent and respond to epidemics like this. Children need to be prioritised, as well as improving public health investment and the reinforcing preventive measures to eradicate the mosquito breeding sites.”

As part of its comprehensive response to the emergency caused by rains and floods, Save the Children is distributing safe water kits, hygiene kits, disinfection kits for shelters and educational institutions, and supporting vector control through fumigation in coordination with the Ministry of Health. In addition, a prevention campaign with targeted messages for children and adolescents has been implemented, disseminated in homes and schools, with the potential for widespread replication.

Save the Children has worked in Peru since 1980, reaching more than 129,800 people in 2021, including more than 37,000 children.

more in original source https://www.savethechildren.net/news/peru-31-children-dead-nearly-46000-sick-major-dengue-outbreak