por Eduardo López – ‘El Tri’ resolvió el partido en un primer tiempo casi perfecto. Henry y Chávez, con un golazo de tiro libre, fueron los goleadores. La final, el domingo, ante Panamá en Los Ángeles.

Había algún tufillo a debacle. Como el que cundía por Santa Clara, Sochi, Ekaterimburgo, Lusail, Pasadena. Las Vegas, hace poco menos de un mes. Sólo fue eso, un efluvio mínimo que el buen hacer de la Selección Mexicana borró del ambiente. El ‘renovado’ Tricolor de Jaime Lozano salió, ahora sí, indemne de la endiablada aridez de Las Vegas y reclamará, por tercera vez consecutiva, potestad sobre la Copa Oro. No hubo resaca a orillas del Mandalay Bay ahora. Henry Martín y Luis Chávez allanaron el camino frente a una afición que aún duda sobre su fidelidad. Está por ver si el tufillo se aparece por Inglewood, porque nunca se sabe.

‘El Tri’ no dejó que el partido se convirtiera en una endodoncia. Nada de eso. ‘Cerciórate de acabarlo’, reza un mantra de la Camorra. Masticó con dureza Romo antes de desgastar los colmillos; su pase tendido perdió brío y se extendió fuera de zona de peligro, pero Gallardo lo rescató; Sánchez sacó el capote y Henry atornilló a Blake con un zurdazo letal. Los pupilos de Lozano ya habían superado su recurrente trauma inicial. ¿Y qué hacemos con los 88 minutos que tenemos por delante? Mientras deliberaban, Sánchez disparó un cartucho de fogueo y Blake sufrió para no hacer más sangre. Hallgrímsson sí tenía un plan: desmontó los frenos de Antonio y Bailey; Montes y Vásquez quedaron expuestos a un correteo a campo abierto, situación no muy recomendable frente a la estirpe de Usain Bolt.

Chávez y Gray intercambiaron esmeros; Blake y Ochoa, diligentes, conjuraron el peligro. La tensa calma fue preámbulo al highlight de la noche. Con su zurda de seda, Chávez colgó en un recoveco la pelota y, de paso, estampó a Blake con su poste derecho. Un gol con copyright Lozano. La FMF tendrá que intervenir de inmediato; la zurda de Chávez está para estelarizar el show del Cirque du Soleil en el Mirage; el auditorio del Caesars Palace ya prepara los afiches y una tentadora oferta multimillonaria. Posiblemente a Chávez le interese más pulir su arte en las tierras de Vermeer y van Gogh. En fin, sucedió que ‘El Tri’ dejó que la sobreexcitada Jamaica tropezara consigo misma. El problema es que Lozano, valeroso, sí, no dejaba de jugar con fuego; Montes y Vásquez ganaban esos 100 metros planos porque sabían dónde y cuándo debían colocar las vallas. Sólo por eso. Un paso en falso y…

Hallgrímsson aplicó ortodoncia. Nicholson, en el lugar de Lambert; Lembikisa, por el lateral Javain Brown. No había de otra. Get Up, Stand Up, mentó alguna vez Bob Marley. Lo mínimo que podían hacer los Reggae Boyz era bregar hasta el final. Entendió Lembikisa, cuyo pase en carrera, a lo Messi, se convirtió en un perdigón de Antonio. Lozano leyó la intención del islandés antes de que Bailey y Antuna se trenzaran en un lid concacafkiano. El árbitro Escobar indultó al estelar del Aston Villa, pese a que la evidencia audiovisual parecía condenarlo. Jamaica fue un vórtice de entropía hasta que Nicholson encontró su posición, entre Gray y Antonio, para atarantar a la impecable retaguardia verde. El ‘Tri’ perdió fuelle, naturalmente, porque mostrar las líneas adelantadas sin intervalos requiere de un esfuerzo mayúsculo. Sucedió y el cronómetro, entonces, se volvió un aliado.

Fiesta completa

Michail Antonio, un tren de alta velocidad con última parada en Stratford, hizo patente el statu quo del partido. Ochoa se acostó sobre la pelota para evitar cualquier disparate. Una furiosa oleada mexicana hizo retroceder a los ‘Reggae Boyz’; la noción del offside atolondró a Santiago Giménez y Alvarado dudó en negociar un tiro de esquina por un saque de meta. Los minutos finales fueron una suerte de pre-entrenamiento antes de Panamá: Edson se despojó de las vendas y ‘Charly’ intentó limpiarse el óxido (sin demasiada suerte, porque abanicó a puerta abierta). ‘El Tri’ despidió la velada con un caracoleo de Lainez que activó a Gallardo, quien rebasó a Lowe por el carril interno y Alvarado aprovechó lo que Rodríguez no pudo. La fiesta ya estaba completa. Todo volvió a su cauce en Las Vegas. El domingo, en Los Ángeles… nunca se sabe.

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Mexico advances to the Gold Cup final by defeating Jamaica in Las Vegas

by Eduardo López – ‘El Tri’ solved the game in an almost perfect first half. Henry and Chávez, with a great free-throw goal, were the scorers. The final, on Sunday, against Panama in Los Angeles.

There was some whiff of debacle. Like the one who fought in Santa Clara, Sochi, Yekaterinburg, Lusail, Pasadena. Las Vegas, a little less than a month ago. It was just that, a minimal effluvium that the good work of the Mexican National Team erased from the atmosphere. The ‘renewed’ Tricolor of Jaime Lozano came out, now yes, unscathed from the devilish aridity of Las Vegas and will claim, for the third consecutive time, power over the Gold Cup. There was no hangover on the shores of Mandalay Bay now. Henry Martín and Luis Chávez paved the way in front of a fan who still doubts about their loyalty. It remains to be seen if the whiff appears for Inglewood, because you never know.

‘El Tri’ did not let the game become a endodontic. None of that. ‘Be sure to finish it,’ says a mantra from the Camorra. He chewed Romo hard before wearing down his fangs; his lying pass lost vigor and spread out of danger zone, but Gallardo rescued him; Sánchez took out the cloak and Henry screwed Blake with a lethal left-handed.Lozano’s pupils had already overcome their recurring initial trauma. And what do we do with the 88 minutes ahead of us? While they were deliberating, Sánchez fired a blank cartridge and Blake suffered so as not to make any more blood.Hallgrímsson did have a plan: he dismantled the brakes of Antonio and Bailey; Montes and Vásquez were exposed to an open field run, a situation not highly recommended in front of the lineage of Usain Bolt.

Chávez and Gray exchanged cares; Blake and Ochoa, diligent, conjured the danger.The tense calm was a preamble to the highlight of the night. With his silk left-hander, Chávez hung the ball in a nook and, incidentally, stamped Blake with his right post.A goal with copyright Lozano. The FMF will have to intervene immediately; Chávez’s left-hander is to star the Cirque du Soleil show at the Mirage; the Caesars Palace auditorium is already preparing the posters and a tempting multimillion-dollar offer.Possibly Chávez is more interested in polishing his art in the lands of Vermeer and van Gogh. Anyway, it happened that ‘El Tri’ let the overexcited Jamaica stumble upon itself. The problem is that Lozano, brave, yes, did not stop playing with fire; Montes and Vásquez won those 100 flat meters because they knew where and when they should place the fences. Just for that. A false step and…

Hallgrímsson applied orthodontics. Nicholson, in Lambert’s place; Lembikisa, on the side of Javain Brown. There was no other choice. Get Up, Stand Up, Bob Marley once mentioned. The least the Reggae Boyz could do was to fight until the end. He understood Lembikisa, whose pass in the race, Messi-s, became Antonio’s pellet.Lozano read the intention of the Icelandic before Bailey and Antuna were braided into a Concacafkian lid. Referee Escobar pardoned the Aston Villa star, despite the fact that the audiovisual evidence seemed to condemn him. Jamaica was a vortex of entropy until Nicholson found his position, between Gray and Antonio, to tie up to the impeccable green rear. The ‘Tri’ lost bellows, naturally, because showing the forward lines without intervals requires a great effort. It happened and the stopwatch then became an ally.

Full party

Michail Antonio, a high-speed train with a last stop in Stratford, made clear the status quo of the match. Ochoa lay down on the ball to avoid any nonsense. A furious Mexican wave pushed back the ‘Reggae Boyz’; the notion of offside dabbled Santiago Giménez and Alvarado hesitated to negotiate a corner shot for a goal kick. The final minutes were a kind of pre-training before Panama: Edson took off the bandages and ‘Charly’ tried to clean the rust (without too much luck, because he fanned with an open door). ‘El Tri’ said goodbye to the evening with a snail from Lainez that activated Gallardo, who overtoove Lowe in the inner lane and Alvarado took advantage of what Rodríguez could not. The party was already complete. Everything returned to its course in Las Vegas. On Sunday, in Los Angeles… you never know.