Bolivia endurece el tono de los “mega laboratorios” de cocaína, lo que indica una represión /Bolivia hardens tone on cocaine ‘mega labs’, signaling crackdown
Por Monica Machicao – LA PAZ, 2 de septiembre (Reuters) – En una ruptura con el pasado, el gobierno de Bolivia ha reconocido que el país se está convirtiendo en un centro de producción de cocaína en lugar de un mero centro de transporte y productor de hojas de coca cruda.
Junto con Colombia y Perú, Bolivia es ampliamente reconocida como un productor líder mundial de coca, el ingrediente crudo de la cocaína, pero el gobierno ha mantenido durante mucho tiempo que la producción de cocaína lista para el consumo fue limitada.
En un cambio de tono esta semana, el gobierno dijo que había destruido un gran número de laboratorios, principalmente en la región tropical de Chapare, una de las principales áreas de cultivo de coca y un bastión del ex presidente izquierdista Evo Morales.
“Solo en 2023, nuestra administración ha destruido más de 27 megalaboratorios (allí) para la cristalización del clorhidrato de cocaína”, dijo el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, a los periodistas, refiriéndose a la forma de sal o en polvo de la droga.
“Están tratando de convertir a nuestra nación de ser un país de tránsito de drogas a un país productor de drogas”, agregó y presentó un mapa de tráfico de drogas de unos 1.804 casos de fábricas de drogas desde 2020, la “gran mayoría” en Chapare, dijo.
El reconocimiento subraya la presión a la que se enfrenta el gobierno en el extranjero y en el país para abordar el problema, así como las tensiones entre el presidente socialista del MAS, Luis Arce, y Morales, su rival del partido MAS y un ex líder del sindicato de la coca en Chapare.
El gobierno ha sido empujado a actuar a nivel nacional, incluso por los aliados de Morales, presidente desde 2006 hasta 2019, que sugieren que el gobierno ha sido blando con los traficantes.
“En estos 17 años, los gobiernos de MAS han insistido en que en Bolivia solo hubo el fenómeno del tránsito de la coca peruana a otros lugares”, dijo a Reuters el economista boliviano y ex analista de tráfico de drogas Carlos Toranzo.
“Al mismo tiempo, Bolivia ha logrado pasar de la pasta básica al clorhidrato”.
Bajo el cambio en la retórica, agregó, había crecientes tensiones en el MAS sobre quién lo llevaría a las elecciones en dos años: Arce o Morales.
“¿Qué está pasando aquí? Es la candidatura para 2025, cada uno quiere sacar al otro del juego”, dijo Toranzo.
“En Bolivia estamos experimentando una disputa entre dos facciones del MAS, cada una señalando con el dedo a la otra, lo que sugiere que están protegiendo a los narcotraficantes”.
Reportaje de Monica Machicao; Escrito por Daniel Ramos; Edición por Adam Jourdan y Howard Goller
Bolivia hardens tone on cocaine ‘mega labs’, signaling crackdown
By Monica Machicao – LA PAZ, Sept 2 (Reuters) – In a break with the past, Bolivia’s government has acknowledged that the country is becoming a production hub for cocaine rather than a mere transport hub and grower of raw coca leaves.
Along with Colombia and Peru, Bolivia is widely recognized as a leading world producer of coca, the raw ingredient for cocaine, but the government has long maintained production of consumption-ready cocaine was limited.
In a shift of tone this week, the government said it had destroyed a large number of laboratories, mostly in the tropical Chapare region, one of the main coca growing areas and a stronghold of former leftist President Evo Morales.
“In 2023 alone, our administration has destroyed more than 27 mega laboratories (there) for the crystallization of cocaine hydrochloride,” Minister of Government Eduardo del Castillo told reporters, referring to the salt or powdered form of the drug.
“They are trying to turn our nation from being a drug transit country to a drug-producing country,” he added and presented a drug trafficking map of some 1,804 drug factory busts since 2020, the “vast majority” in Chapare, he said.
The acknowledgement underscores the pressure the government faces abroad and at home to tackle the issue as well as tensions between socialist MAS President Luis Arce and Morales, his MAS party rival and a former coca union leader in Chapare.
The government has been prodded to act domestically, including by allies of Morales – president from 2006 until 2019 – who suggest the government has been soft on traffickers.
“In these 17 years, the MAS governments have insisted that in Bolivia there was only the phenomenon of transit of Peruvian coca to other places,” Bolivian economist and former drug trafficking analyst Carlos Toranzo told Reuters.
“At the same time Bolivia has managed to transition from basic paste to hydrochloride.”
Beneath the shift in rhetoric, he added, were growing tensions in MAS over who would lead it into elections in two years: Arce or Morales.
“What’s going on here? It’s the candidacy for 2025, each one wants to take the other out of the game,” Toranzo said.
“In Bolivia we are experiencing a dispute between two factions of the MAS, each one pointing the finger at the other suggesting that they are protecting drug traffickers.”
Reporting by Monica Machicao; Writing by Daniel Ramos; Editing by Adam Jourdan and Howard Goller
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