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México: el país más trabajador del mundo / Mexico: the world’s hardest working nation

Por William R. Wynn | TULSA, OK

Según informes recientes, México se ha hecho con el título de la nación más trabajadora del mundo, si se mide por el número medio de horas que sus ciudadanos trabajan anualmente. Las cifras, que ponen de relieve tanto la dedicación como las complejidades del panorama laboral de la nación, sitúan a México por delante de otros países en términos de tiempo dedicado al trabajo.

Según datos de la organización para la cooperación y el desarrollo económico (OCDE), el trabajador mexicano medio dedica unas 2.226 horas anuales a su profesión. Esta cifra es considerablemente superior a la del trabajador medio de países como Alemania, que dedica 1.341 horas, y Estados Unidos, con 1.811 horas.

Otros datos muestran que la propensión de los latinos a trabajar duro va más allá de las fronteras nacionales. Un estudio de investigación de la Universidad de California revela que el PIB de la comunidad hispana en EE.UU. ascendió a la asombrosa cifra de 3,2 billones de dólares en 2021, lo que supone el 39% del crecimiento total del PIB entre 2020 y 2021. Los hispanos de EE.UU. por sí solos cuentan con un PIB que ocupa el sexto lugar en comparación con todos los demás países del mundo.

Varios factores subyacentes explican la clasificación de México, entre ellos la dinámica económica, el ethos cultural, los retos económicos y la “economía informal” de esa nación.

Muchos mexicanos hacen malabarismos con varios trabajos para garantizar la estabilidad financiera de sus familias. Con las diferentes presiones económicas, tener más de una fuente de ingresos se ha convertido en una necesidad para una parte significativa de la población.

El valor del trabajo duro está profundamente arraigado en la cultura mexicana. El mercado local, las pequeñas empresas y los vendedores ambulantes operan a menudo seis o incluso siete días a la semana, lo que subraya el compromiso de la nación con el comercio y el servicio.

Dado que varios sectores ofrecen salarios más bajos, muchas personas se encuentran trabajando muchas horas para cubrir los costos básicos de la vida. A pesar de los aumentos periódicos, el salario mínimo mexicano no suele ser suficiente para muchos, sobre todo en las zonas urbanas, donde los gastos son mayores.

Un número considerable de trabajadores mexicanos operan en el sector informal. Esto incluye funciones como empleadas domésticas, vendedores ambulantes y artesanos diversos. Estas profesiones rara vez tienen horarios de trabajo fijos, que a menudo se alargan sin la garantía de prestaciones o compensación por horas extraordinarias.

Sin embargo, estas impresionantes jornadas de trabajo conllevan sus propios retos. A veces, las largas jornadas de trabajo pueden eclipsar el tiempo dedicado a la familia, el descanso y el cuidado personal, lo que puede aumentar el estrés y los problemas de salud.

Curiosamente, el número de horas trabajadas no siempre significa una mayor productividad. Es importante señalar que las jornadas laborales prolongadas pueden indicar ineficiencias sistémicas o falta de recursos, lo que obliga a los trabajadores a invertir más tiempo para obtener resultados similares a los de sus homólogos de otros países.

Reconociendo estos retos, el gobierno mexicano y varios sindicatos han estado debatiendo activamente reformas. Estos debates están orientados a mejorar las condiciones de trabajo, reevaluar las estructuras salariales y garantizar una dinámica equilibrada entre la vida laboral y personal de los trabajadores mexicanos. (La Semana)

Mexico: the world’s hardest working nation

By William R. Wynn | TULSA, OK

According to recent reports, Mexico has clinched the title of the world’s hardest-working nation, when measured by the average number of hours its citizens work annually. The figures, highlighting both dedication and the complexities of the nation’s labor landscape, put Mexico ahead of other countries in terms of time spent at work.

Based on data from the Organization for Economic Co-operation and Development (OECD), the average Mexican worker dedicates about 2,226 hours per annum to their profession. This is considerably more than the average worker in countries like Germany, which clocks in 1,341 hours, and the United States, with 1,811 hours.

Separate data shows that the propensity of Latinos to work hard extends beyond national borders. A research study from the University of California reveals that the GDP of the Hispanic community in the US was an astonishing $3.2 trillion in 2021, accounting for 39% of the total GDP growth between 2020 and 2021. US Hispanics alone boast a GDP that ranks 6th when compared to all the other countries in the world.

Several underlying factors account for Mexico’s ranking, including economic dynamics, cultural ethos, economic challenges, and that nation’s “informal economy.”

Many Mexicans juggle multiple jobs to ensure financial stability for their families. With varying economic pressures, having more than one source of income has become a necessity for a significant portion of the population.

The value of hard work is deeply embedded in Mexican culture. The local marketplace, small businesses, and street vendors often operate six or even seven days a week, emphasizing the nation’s commitment to commerce and service.

Given that several sectors offer lower wages, many individuals find themselves working extended hours to cover basic costs of living. Despite periodic increases, Mexico’s minimum wage often doesn’t suffice for many, especially in urban zones where expenses are higher.

A substantial number of Mexican workers operate within the informal sector. This includes roles like domestic workers, street vendors, and various craftsmen. Such professions rarely have set working hours, often stretching longer without the assurance of benefits or overtime compensation.

Yet, these impressive working hours come with their set of challenges. Extensive working hours can sometimes overshadow family time, relaxation, and personal care, potentially leading to escalated stress and health-related concerns.

Interestingly, the number of hours worked doesn’t always signify heightened productivity. It’s important to note that prolonged working hours may indicate systemic inefficiencies or a lack of resources, compelling workers to invest more time to produce similar outputs as their counterparts in other nations.

Recognizing these challenges, the Mexican government and several labor unions have been actively discussing reforms. These discussions are geared towards enhancing working conditions, reevaluating wage structures, and ensuring a balanced work-life dynamic for the Mexican workforce. (La Semana)