Gina Puerta: Una educadora bilingüe decidida a mejorar Tulsa
Por Guillermo Rojas y Victoria Lis Marino | TULSA, OK
Hasta hace 3 meses Gina Paola Puerta vivía en Colombia, Bogotá, con su marido e hijos, donde ejercía como asesora educativa en diversas instituciones bilingües de la ciudad.
Puerta se graduó en español e inglés, es maestra de inglés como segunda lengua y además cuenta con una maestría en dirección y gestión de instituciones educativas. Títulos que le valieron para concluir que existen tres elementos clave para que una institución educativa funcione: las familias, los docentes y los estudiantes. “A lo largo de estos años logré entender que una institución educativa por sí misma no puede hacer el trabajo completo, necesita articularse con la familia, un eje fundamental. Sólo trabajando en equipo, con la administración escolar, las familias, los docentes y los estudiantes se puede conseguir educación de calidad”, recalcó,afirmando que es esencial fortalecer a las familias para mejorar la sociedad.
“Lo que nos mueve el corazón son siempre los hijos y si se educa los padres sobre como influenciar positivamente la vida de sus hijos, a toda edad, si se les brindan herramientas para gestar confianza y seguridad, eso hace que la familia se fortalezca, y la educación, también”, aseguró.
Una de las tareas de Puerta en estos 15 años de experiencia educativa fue generar talleres para padres, lugares donde desde el amor y el respeto, se ofreciera a la comunidad la posibilidad de profundizar lazos vinculares con sus hijos y criar en respeto, seguridad y confianza. “Donde yo trabajé teníamos escuelas para padres, cuando comencé a dar las charlas para el bachillerato venía solo el 10%, pero tuve la oportunidad de enseñarles a amar a sus adolescentes y a acompañarlos y logramos la participación del 80% del bachillerato”, recordó con orgullo, contemplando la posibilidad de brindar talleres aquí en Tulsa.
“Tulsa es una ciudad multicultural, tiene personas de muchísimas regiones y países y me ha llamado muchísimo la atención el interés que tiene en el español, y la importancia de enseñar el inglés para quienes recién llegan”, apuntó. Y es esa diversidad cultural la que a su vez se palpa en el seno de las familias. “Veo que la familia anglosajona cría de manera más independiente, y brinda estrategias que a los niños les permiten tener seguridad, pero hay que profundizar más en los vínculos afectivos. Y en las hispanas siento que a veces nos cuesta fortalecer el autoestima de los hijos y ayudarles en la toma de decisiones oportuna. La familia hispana debería abandonar el tener temor a criar”, expresó, asegurando que más allá de la cultura, existen pilares fundamentales en la crianza que no pueden descuidarse: la provisión económica, la comunicación y la vinculación afectiva con los hijos, en un equilibrio justo.
“Tú puedes dejarle una empresa a tus hijos y una enorme cuenta bancaria, pero si no trabajas en construir lazos afectivos, en vincularte, muy seguramente no podrán ser las personas aportantes que buscabas.”, remarcó.
Puerta está ansiosa de generar su aporte en Tulsa, y poder trabajar en propuestas que no solo fortalezcan el inglés y el español, sino que contribuyan a mejorar a las familias de nuestra comunidad. “Si las familias están bien tenemos sociedades sanas, no sólo hay que brindar conocimiento, hay que aprovechar las instituciones educativas para generar cambios en las familias”, reconoció, esperando su momento para contribuir empoderando a la ciudad de Tulsa desde la experiencia, el conocimiento y la vocación. (La Semana)
Gina Puerta: A Determined Bilingual Educator Aiming to Improve Tulsa
By Guillermo Rojas and Victoria Lis Marino | TULSA, OK
Until three months ago, Gina Paola Puerta lived in Bogotá, Colombia, with her husband and children, where she tirelessly served as an educational consultant in various bilingual institutions in the city. Puerta graduated in Spanish and English, is a teacher of English as a second language, and also holds a master’s degree in management and administration of educational institutions. These qualifications led her to conclude that there are three key elements for an educational institution to function effectively: families, teachers, and students. “Over the years, I’ve come to understand that an educational institution can’t do the job alone; it needs to work in conjunction with the family, a fundamental axis. Only by working as a team, with school administration, families, teachers, and students, can quality education be achieved,” she emphasized, affirming that strengthening families is essential to improving society. “What moves our hearts are always the children, and if parents are educated on how to positively influence their children’s lives at all ages, if they are provided with tools to foster trust and security, it strengthens the family, and education as well,” she assured.
One of Puerta’s tasks in her 15 years of educational experience was to create workshops for parents, spaces where, from a place of love and respect, the community was offered the opportunity to deepen bonds with their children and raise them in respect, security, and confidence. “Where I worked, we had schools for parents. When I started giving talks for high school, only 10% came, but I had the opportunity to teach them to love their teenagers and to support them, and we achieved 80% participation from the high school,” she recalled proudly, considering the possibility of offering workshops here in Tulsa. “Tulsa is a multicultural city, home to people from many regions and countries, and I’ve been very struck by the interest in Spanish, and the importance of teaching English to newcomers,” she noted. And it’s this cultural diversity that is also felt within the families. “I see that Anglo-Saxon families raise their children more independently, offering strategies that give the children security, but we need to delve deeper into emotional bonds. In Hispanic families, I feel we sometimes struggle to strengthen our children’s self-esteem and assist them in timely decision-making. Hispanic families should overcome the fear of raising children,” she expressed, asserting that beyond culture, there are fundamental pillars in upbringing that should not be neglected: economic provision, communication, and emotional bonding with children, in a fair balance. “You can leave your children a company and a huge bank account, but if you don’t work on building emotional bonds and connecting, they likely won’t become the contributing individuals you hoped for,” she stressed.
Puerta is eager to make her contribution in Tulsa, working on proposals that not only strengthen English and Spanish but also help improve the families in our community. “If families are doing well, we have healthy societies; we shouldn’t just provide knowledge, we need to use educational institutions to bring about changes in families,” she recognized, waiting for her moment to contribute by empowering the city of Tulsa with experience, knowledge, and dedication. (La Semana)
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