2024 podría ser un año peligroso para ser migrante en EEUU / 2024 Could Be a Dangerous Year for Migrants in the U.S.
Por José López Zamorano
El año nuevo es una ocasión ideal para poner nuestras prioridades en orden, formular buenos propósitos y trazar la hoja de ruta con las metas que traducen nuestros anhelos y sueños.
Tristemente, el 2024 se perfila como un año de tormentas en el horizonte de los migrantes en Estados Unidos.
Enumeremos la lista de nubarrones densos y cargados que acechan a los migrantes:
1) Esta semana reanudan las negociaciones del presupuesto de emergencia para seguridad fronteriza, Ucrania, Israel, y Taiwán. Los republicanos condicionaron destrabar el apoyo a un endurecimiento de la política migratoria. En forma lamentable, el presidente Joe Biden aceptó hacer “compromisos significativos”. La buena noticia es que enfrenta una rebelión interna de los demócratas progresistas. La moneda está en el aire, pero no esperamos nada bueno.
2) El 5 de marzo entra en vigor la polémica ley SB 4 de Texas. Los migrantes se enfrentan a penas de hasta 20 años en prisión si reinciden en un ingreso ilegal a Estados Unidos. Pero lo peor es que los agentes de la policía de Texas podrán detener y deportar a México a quienes sospechen de haber ingresado ilegalmente al estado. Aunque existen varias demandas legales en trámite, incluida una del Departamento de Justicia, el dictamen final le corresponderá a la Suprema Corte de Justicia.
3) Los aspirantes presidenciales republicanos continúan enfrascados en un torneo para ganar el campeonato de las posiciones más radicales y extremas contra los migrantes. Aunque el expresidente Donald Trump sigue siendo el favorito por un amplio margen para ganar la nominación presidencial republicana, la radicalización de la agenda migratoria puede influir en las políticas públicas del ganador.
4) Trump prometió que, de llegar a la Casa Blanca, cerrará la frontera con México desde el primer día de su presidencia. Además, su campaña ha filtrado los pormenores de su agenda migratoria para un segundo gobierno, que incluye campos de concentración para migrantes a gran escala y un programa de deportación expedito, entre otras medidas draconianas.
Si esos nubarrones se convierten en tormentas dependerá en parte en la Suprema Corte de Justicia, la cual deberá dictaminar si Trump puede ser descalificado de buscar la presidencia por haber estado implicado en un posible acto de insurrección el 6 de enero de 2021, como lo establece la enmienda 14 de la Constitución. Hasta el momento ha sido inhabilitado en Colorado y Maine.
Pero, en última instancia, esta batalla legal trasciende los tribunales:
Nos desafía, como sociedad, a enfrentar nuestra ignorancia y nuestros prejuicios, y reevaluar las políticas que dan forma a nuestro futuro colectivo.
Es una batalla entre 2 visiones contradictorias:
La primera visión es la de un Estados Unidos discriminatorio, racista y xenófobo que reniega de sus principios fundacionales para cerrarle la puerta en las narices a los más vulnerables entre nosotros, incluidos a los perseguidos y los torturados, las mujeres y los niños.
La otra visión aboga por un enfoque solidario y compasivo hacia los migrantes, un destino compartido alineado con los principios fundamentales de la nación: libertad, equidad y justicia para todos.
Millones de votantes hispanos tendrán la oportunidad de votar el 5 de noviembre de 2024 por una de esas dos visiones, muchos de ellos jóvenes que votan por primera vez.
¿A cuál candidata o candidato apoyarás con tu voto, a quienes promueven un futuro de odio y excluyente, o a quienes defienden un futuro humanista e inclusivo? (La Red Hispana)
2024 Could Be a Dangerous Year for Migrants in the U.S.
By José López Zamorano
The new year is an ideal occasion to set our priorities in order, formulate good resolutions, and chart a roadmap with goals that reflect our hopes and dreams.
Sadly, 2024 is shaping up to be a year of storms on the horizon for migrants in the United States.
Let’s enumerate the list of dense and charged clouds looming over migrants:
1) This week, negotiations resume on the emergency budget for border security, Ukraine, Israel, and Taiwan. The Republicans have conditioned unlocking support on a toughening of immigration policy. Regrettably, President Joe Biden has agreed to make “significant compromises.” The good news is that he faces an internal rebellion from progressive Democrats. The outcome is up in the air, but we expect nothing good.
2) On March 5th, the controversial Texas SB 4 law comes into effect. Migrants face up to 20 years in prison for re-entering the United States illegally. Worse yet, Texas police officers will be able to detain and deport to Mexico those they suspect of having entered the state illegally. Although several legal challenges are pending, including one from the Department of Justice, the final ruling will be up to the Supreme Court.
3) Republican presidential hopefuls continue to engage in a tournament to win the championship of the most radical and extreme positions against migrants. Although former President Donald Trump remains the favorite by a wide margin to win the Republican presidential nomination, the radicalization of the immigration agenda could influence the public policies of the winner.
4) Trump has promised that, if he returns to the White House, he will close the border with Mexico from the first day of his presidency. Additionally, his campaign has leaked details of his immigration agenda for a second government, which includes large-scale concentration camps for migrants and an expedited deportation program, among other draconian measures.
Whether these clouds turn into storms will depend in part on the Supreme Court, which must decide whether Trump can be disqualified from seeking the presidency for having been involved in a possible act of insurrection on January 6, 2021, as established by the 14th Amendment of the Constitution. So far, he has been disqualified in Colorado and Maine.
But ultimately, this legal battle transcends the courts:
It challenges us, as a society, to confront our ignorance and prejudices, and to reassess the policies that shape our collective future.
It’s a battle between two contradictory visions:
The first vision is of a discriminatory, racist, and xenophobic United States that reneges on its foundational principles to slam the door in the faces of the most vulnerable among us, including the persecuted and tortured, women, and children.
The other vision advocates for a compassionate and supportive approach towards migrants, a shared destiny aligned with the nation’s fundamental principles: freedom, equity, and justice for all.
Millions of Hispanic voters will have the opportunity to vote on November 5, 2024, for one of these two visions, many of them young people voting for the first time.
Which candidate will you support with your vote, those who promote a future of hate and exclusion, or those who defend a humanistic and inclusive future? (The Hispanic Network)
Debe estar conectado para enviar un comentario.