El dilema a la hora de votar: Biden o Trump / The Voting Dilemma: Biden or Trump
Por José López Zamorano
Más de 160 millones de votantes en los Estados Unidos tendrán un dilema el 5 de noviembre: votar por el segundo mandato de un presidente octogenario con claras evidencias de una agudeza cognitiva debilitada o por el de un casi octogenario falaz y carente de una brújula ética y moral.
El primer debate cara cara entre Joe Biden y Donald Trump, confirmó lo que todos veíamos, salvo aparentemente los asesores de los candidatos.
Que la agudeza mental de Biden ha experimentado un notorio declive en los últimos años y que es imposible tapar el sol con un dedo.
A lo largo de los 90 minutos del debate, especialmente en los primeros 30 minutos, Biden perdió el hilo de sus pensamientos en varias ocasiones, fue incapaz de confrontar las mentiras de Trump y de presentar un argumento persuasivo para elegirlo por cuatro años más.
Si Biden, de 81 años, es reelecto, terminará su segundo mandato el 20 de enero de 2029, a los 86 años.
Fiel a su personalidad explosiva e impredecible, Trump presentó una versión actualizada de un político capaz de proferir, mentiras, articular medias-verdades y dibujar un universo paralelo inexistente, sin inmutarse o sonrojarse.
Y nuevamente recurrió a insinuaciones racistas, aludiendo al caso de una joven mujer blanca, presuntamente asesinada por un inmigrante latino, a pesar de que no existe evidencia que los migrantes cometan crímenes en una proporción mayor que las personas nacidas en los Estados Unidos.
A cuatro meses de las elecciones, los votantes tienen que decidir si prefieren un líder como Biden, que ha dejado de estar en el punto más alto de su desempeño pero que tiene buenas intenciones y habla con la verdad.
O votar por un Trump, que continúa desacreditando a las instituciones políticas electorales de Estados Unidos con “la gran mentira” del supuesto fraude electoral del 2020.
Cuando la moderadora Dana Bash le preguntó a Trump si estaba dispuesto a aceptar ahora los resultados de las elecciones, el expresidente eludió la pregunta en dos ocasiones y sólo al final aceptó que lo haría si las elecciones son justas y legales.
Si gana gozará además de la inmunidad a sus actos oficiales que le confirió la semana pasada la mayoría conservadora de la Supema Corte de Justicia. Y ya nos adelantó que será dictador en su primer día y su primera acción será cerrar la frontera de Estados Unidos y México.
A pesar del dilema para los votantes, dejar de votar no debería ser una opción, porque aun cuando ninguna de las opciones responda 100% a nuestros deseos e intereses, no se debe dejar que otros decidan por nosotros.
El voto es nuestra voz. Y no podemos, ni debemos, guardar silencio cuando tanto está en juego. (La Red Hispana)
The Voting Dilemma: Biden or Trump
By José López Zamorano
More than 160 million voters in the United States will face a dilemma on November 5: to vote for a second term of an octogenarian president with clear evidence of weakened cognitive sharpness or for an almost-octogenarian who is deceitful and lacks an ethical and moral compass.
The first face-to-face debate between Joe Biden and Donald Trump confirmed what everyone saw, except apparently the candidates’ advisors.
Biden’s mental sharpness has experienced a notable decline in recent years, and it’s impossible to cover up the sun with a finger.
Throughout the 90 minutes of the debate, especially in the first 30 minutes, Biden lost his train of thought on several occasions, was unable to confront Trump’s lies, and failed to present a persuasive argument for why he should be elected for four more years.
If Biden, 81, is reelected, he will end his second term on January 20, 2029, at the age of 86.
True to his explosive and unpredictable personality, Trump presented an updated version of a politician capable of uttering lies, articulating half-truths, and painting an imaginary parallel universe without flinching or blushing.
Once again, he resorted to racist insinuations, referencing the case of a young white woman allegedly murdered by a Latino immigrant, despite no evidence that immigrants commit crimes at a higher rate than people born in the United States.
Four months before the elections, voters must decide whether they prefer a leader like Biden, who is no longer at the peak of his performance but has good intentions and speaks the truth, or to vote for Trump, who continues to discredit the United States’ political electoral institutions with “the big lie” of the supposed 2020 electoral fraud.
When moderator Dana Bash asked Trump if he was now willing to accept the election results, the former president dodged the question twice and only at the end conceded that he would if the elections are fair and legal.
If he wins, he will also enjoy immunity for his official actions granted last week by the conservative majority of the Supreme Court. And he has already announced that he will act as a dictator on his first day, with his first action being to close the United States-Mexico border.
Despite the dilemma for voters, abstaining from voting should not be an option, because even when neither option meets 100% of our desires and interests, we should not let others decide for us.
Voting is our voice. And we cannot, nor should we, remain silent when so much is at stake. (The Hispanic Network)
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