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El regreso de Trump revela medidas contra la inmigración / Trump’s return reveals immigration crackdown


Por William R. Wynn | TULSA, OK

FOTO: El presidente electo Donald Trump toma juramento como presidente durante la 60ª Inauguración Presidencial en la Rotonda del Capitolio de Estados Unidos en Washington CHIP SOMODEVILLA/POOL PHOTO VÍA AP

Donald Trump regresó a la Casa Blanca esta semana asegurando actuar con rapidez en varias de sus promesas de campaña, en particular un ataque sin cuartel a la inmigración, tanto regular como no autorizada. Trump firmó una serie de medidas ejecutivas poco después de su toma de posesión, incluida una proclamación en la que declaraba que Estados Unidos se encuentra bajo una «invasión» en su frontera sur. La proclamación parece prohibir a todos los inmigrantes entrar en EE.UU. hasta que Trump personalmente emita una constatación «de que la invasión en la frontera sur ha cesado».

Otra orden de inmigración firmada por Trump en su primer día en el cargo incluye una expansión masiva a nivel nacional de los acuerdos de aplicación de la ley de inmigración 287 (g), con el objetivo de dar amplios poderes a las fuerzas del orden locales para implementar redadas de barrido de todos los inmigrantes indocumentados, no sólo los que han cometido delitos. Esta misma orden pretende detener y rescindir el Estatus de Protección Temporal para las personas que huyen de la guerra y la violencia en países de todo el mundo, lo que podría afectar a cientos de miles de titulares del TPS.

Una orden ejecutiva titulada «Proteger el significado y el valor de la ciudadanía estadounidense» reinterpreta radicalmente la14ª Enmienda, que otorga la ciudadanía estadounidense a todos los nacidos en Estados Unidos. La orden de Trump negaría la ciudadanía por derecho de nacimiento a los hijos nacidos en Estados Unidos de inmigrantes no autorizados o de extranjeros que visiten este país con un visado válido. Esta es sólo una de las muchas órdenes del primer día que seguramente serán impugnadas ante los tribunales. 

Otra orden declara que existe una «emergencia nacional» en la frontera sur, lo que permite a Trump utilizar el ejército estadounidense en la frontera, tanto para hacer cumplir la ley como para reanudar la construcción del muro fronterizo, que se había detenido en gran medida bajo la presidencia de Biden.

Una orden titulada «Asegurar nuestras fronteras» ordena al Secretario de Seguridad Nacional «detener, en la mayor medida permitida por la ley, a los extranjeros aprehendidos por violaciones de la ley de inmigración hasta su expulsión exitosa de los Estados Unidos». La orden también elimina otra clase de personas a las que la administración Biden permitía entrar legalmente en Estados Unidos. La orden «Terminará todos los programas categóricos de libertad condicional que sean contrarios a las políticas de Estados Unidos establecidas en las órdenes ejecutivas, incluido el programa conocido como “Procesos para cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos”».

Algunas de las órdenes del lunes autorizan campos e instalaciones de detención masiva, mientras que otras perpetran mitos sobre los riesgos para la seguridad pública que plantean los inmigrantes.

Pero no todas las primeras órdenes y proclamaciones trataban sobre inmigración. Trump también anunció que Estados Unidos se retirará de los acuerdos de París sobre el cambio climático y de la Organización Mundial de la Salud, además de aumentar las perforaciones de petróleo y gas en lugares como Alaska.

En una medida que los críticos calificaron de «desmedida» y de «asalto a la democracia y la justicia», Trump indultó a 1.500 supuestos insurrectos que asaltaron el Capitolio de la nación el 6 de enero de 2021 en un intento de anular los resultados de las elecciones de 2020, que Trump perdió. Muchos de los indultados o a los que se les conmutó la pena el lunes habían sido condenados por actos violentos, como atacar a agentes de la policía capitalina.

Durante la campaña presidencial de 2024, muchos de los partidarios menos extremistas de Trump dijeron que votaban por el convicto debido a sus políticas económicas, y que no creían que realmente ordenaría redadas y detenciones masivas de inmigrantes no violentos. En menos de 24 horas en el cargo, Trump ya ha demostrado que estaban equivocados. (La Semana)

Donald Trump estuvo acompañado por su esposa, Melania, sus hijos y sus aliados cercanos.

Trump’s return reveals immigration crackdown

By William R. Wynn | TULSA, OK

Donald Trump returned to the White House this week vowing quick action on a number of his campaign promises, notably an all-out assault on immigration, both regular and unauthorized. Trump signed a flurry of executive actions shortly after his inauguration, including a proclamation declaring that the United States is under “invasion” at its southern border. The proclamation appears to ban all migrants from entering the U.S. until Trump personally issues a finding “that the invasion at the southern border has ceased.”

Another immigration order signed by Trump on his first day in office includes a massive nationwide expansion of 287(g) immigration enforcement agreements, with the goal of giving broad powers to local law enforcement to implement sweeping roundups of all undocumented immigrants, not just those who have committed crimes.  This same order seeks to halt and rescind Temporary Protected Status for individuals escaping war and violence in countries throughout the world, potentially impacting hundreds of thousands of TPS holders.

An executive order entitled “Protecting the Meaning and Value of American Citizenship” radically reinterprets the 14th Amendment, which bestows U.S. citizenship on all those born in the United States. Trump’s order would deny birthright citizenship to children born in the United States to unauthorized immigrants or foreign nationals visiting this country on a valid visa. This is but one of many first day orders sure to be challenged in court. 

Another order declares that a “national emergency” exists at the southern border, which allows Trump to use the U.S. military to on the border, both for enforcement and to resume construction of the border wall, which had largely been halted under President Biden.

An order entitled “Securing Our Borders” orders the Secretary of Homeland Security “to detain, to the fullest extent permitted by law, aliens apprehended for violations of immigration law until their successful removal from the United States.” The order also eliminates another class of people allowed into the U.S. legally by the Biden administration. The order will “Terminate all categorical parole programs that are contrary to the policies of the United States established in my Executive Orders, including the program known as the ‘Processes for Cubans, Haitians, Nicaraguans, and Venezuelans.’”

Some of Monday’s orders authorize massive detention camps and facilities, while others perpetrate myths about public safety risks posed by immigrants.

But not all of the early orders and proclamations dealt with immigration. Trump also announced that the U.S. is pulling out of both the Paris Climate Accords and the World Health Organization, as well as ramping up oil and gas drilling in places like Alaska.

In a move critics called “unconscionable” and “an assault on democracy and justice,” Trump pardoned 1500 would-be insurrectionists who stormed the nation’s Capitol on January 6, 2021 in an attempt to overturn the results of the 2020 election, which Trump lost. Many of those who were pardoned or had their sentences commuted on Monday had been convicted of violent acts such as attacking capital police officers.

During the 2024 presidential campaign, many of Trump’s less extreme supporters said they were voting for the convicted felon because of his economic policies, and they didn’t believe he would really order mass roundups and detentions of non-violent immigrants. Less than 24 hours on the job, Trump has already proven them wrong. (La Semana)