Tulsa

La vida es hermosa

Por Guillermo Rojas y Victoria Lis Marino  

Tulsa, OK- En tiempos de Donald Trump, cuando la política pareciera definirse como un partido de futbol, es más que necesario ponerle rostro a esos inmigrantes que realmente definen el significado del ser hispano. Hoy, La Semana les trae la historia de Yessenia Lamborin, una agente de seguridad que en Tulsa es símbolo vivo del sacrificio hispano. 

Yessenia nació en Nuevo México pero se crio en Chihuahua en un pueblo de frontera donde aprendió a cultivar esa identidad anglo-hispana tan característica del Estados Unidos de hoy.  Trabajaba en Estados Unidos y vivía en el lado mexicano, consciente de las diferencias, los beneficios y los cambios. Un día decidió migrar a Estados Unidos para ofrecerle una vida mejor a sus 5 hijos. “Son lo mejor que me pasó en la vida”, aseguró en la entrevista Yessenia. 

Aquí logró salir adelante, no sin antes batallar contra el peor de los demonios, el cáncer, a quien le ganó la partida con la frente en alto y con sacrificio. “Todo lo hice por mis hijos” asegura Yessenia, con una mano en el corazón y otra en Dios, agradece seguir viva para estar con ellos un tiempo más. “Además baje un montón de kilos, por lo mismo, por la salud y por mis hijos, porque yo quiero vivir más”. 

Yessenia hizo de todo a lo largo de su vida, fue estilista, trabajó de ayudante de paramédico, vendió comida en la calle, todo para poner alimentos en la mesa para que sus hijos no pasaran hambre después de la trágica muerte de su esposo hace 13 años. “La vida es muy bonita, cuando tienes cáncer lo primero que pensé fue en mis hijos, en la muerte, pero salí adelante”, dijo la mujer. 

Aquí en Tulsa “la vida te da muchas oportunidades, yo he trabajado y se hacer muchas cosas, y ahora pude entrar en la seguridad”, labor que se convirtió en su pasión. “Estamos siempre en riesgo”, contó Yessenia consciente de que, su trabajo como guardia de seguridad implica un compromiso difícil de asimilar para muchos pero que se ha transformado en el principio que rige su vida. “Hay que cuidar a gente que ni siquiera conoces”, explicó la mujer, exteriorizando un amor incondicional al prójimo.  

“La primera vez que tuve que arrestar a alguien me temblaron las manos”, contó Yessenia recordando cómo logró evitar el miedo con trabajo continuo y diligencia.  

Yessenia sabe que  ahí afuera hay muchas mujeres como ella por eso les dice:  “no hay mal que por bien no venga, primero hay que quererse a uno y a los hijos, así se puede vencer cualquier problema que exista, se puede salir adelante. No tengan miedo en la vida, porque es muy bonita”, reconoció. 

“A Todos los jóvenes, las mamás solteras, a quienes pelean contra el cáncer yo les quisiera decir que nunca es tarde para ser alguien en la vida, si uno quiere salir uno sale, y sobre todo hay que tener mucha fe en dios” (la Semana)