FeaturedNacional

Cómo romper el silencio para hablar de Salud Mental / How to break the silence to talk about Mental Health

Por José López Zamorano | Para La Red Hispana

La salud mental es una de esos asuntos que muchos de nosotros preferimos callar o meter debajo de la alfombra. Pero la realidad no se puede maquillar: casi uno de cada cinco adultos en Estados Unidos vive con una enfermedad mental. Estamos hablando de 52.9 millones de abuelos, padres, hijos, vecinos y amigos, en cifras correspondientes al 2020, es decir en el primer año de la pandemia de COVID.

Y ahora sabemos que la pandemia no sólo profundizó muchos de esos padecimientos, sino que exacerbó las disparidades en el diagnóstico y tratamiento para las minorías de color, en particular la latina y la afroamericana.

Los jóvenes negros e hispanos tenían aproximadamente un 14 % menos de probabilidades que los jóvenes blancos no hispanos de recibir tratamiento para su depresión antes de la pandemia. La situación seguramente ha empeorado. Y en este momento, alrededor del 50% al 75% de los jóvenes en el sistema de justicia juvenil cumplen los criterios para un trastorno de salud mental.

Es decir, un vasto segmento de nuestras nuevas generaciones sufre confinamiento carcelario, en lugar de tratamiento médico para lo que constituye una evidente crisis de salud pública.

¿Qué hacer? Más allá de los problemas estructurales de acceso a diagnóstico y tratamiento, que requieren estrategias institucionales de largo alcance, los expertos nos dicen que hay cosas que podemos hacer en el ámbito de nuestra responsabilidad personal para hacer la diferencia.

“La comunicación abierta y transparente es muy importante. Y eso empieza a temprana edad. Es importante que los padres se den cuenta de la importancia de hablar con sus hijos”, nos dice el doctor Sergio Aguilar-Gaxiola.

El especialista en salud mental nos explica que entre nosotros los latinos existe una especie de “silencio cultural” sobre los problemas de salud mental, un estigma que nos impide hablar cuando nos sentimos deprimidos o cuando tenemos incluso pensamientos suicidas.

Todo lo cual hace más crucial iniciar esa primera conversación con nuestros seres queridos. Como sugiere el doctor, necesitamos ser ingeniosos para iniciar esa primera charla que ayude a romper el ciclo de silencio y ponga a nuestros seres queridos con retos mentales en el camino de la atención que merecen.

Como periodista participé en la nueva campaña “Hablemos de Salud Mental” que lanzó este año La Red Hispana y la Fundación Robert Wood Johnson. La idea es poner al alcance de todos los recursos y consejos en español que podrían cambiar muchas vidas.

Es hora de romper el silencio. La ruta a la salud mental empieza con un paso pequeño pero vital: iniciar la conversación con nuestros seres queridos sobre sus sentimientos y desafíos. Y decirles que no están solos.

How to break the silence to talk about Mental Health

By Jose Lopez Zamorano | For the Hispanic Network

Mental health is one of those issues that many of us prefer to keep quiet or sweep under the rug. But the reality cannot be made up: almost one in five adults in the United States lives with a mental illness. We are talking about 52.9 million grandparents, parents, children, neighbors and friends, in figures corresponding to 2020, that is, in the first year of the COVID pandemic.

And we now know that the pandemic has not only deepened many of these conditions, but has exacerbated disparities in diagnosis and treatment for minorities of color, particularly Latinos and African-Americans.

Black and Hispanic youth were approximately 14% less likely than non-Hispanic white youth to receive treatment for their depression before the pandemic. The situation has surely worsened. And right now, about 50% to 75% of youth in the juvenile justice system meet the criteria for a mental health disorder.

That is to say, a vast segment of our new generations suffers prison confinement, instead of medical treatment for what constitutes an evident public health crisis.

What to do? Beyond the structural problems of access to diagnosis and treatment, which require far-reaching institutional strategies, experts tell us that there are things we can do in the realm of our personal responsibility to make a difference.

“Open and transparent communication is very important. And that starts at an early age. It is important that parents realize the importance of talking to their children,” says Dr. Sergio Aguilar-Gaxiola.

The mental health specialist explains that among us Latinos there is a kind of “cultural silence” about mental health problems, a stigma that prevents us from speaking up when we feel depressed or even have suicidal thoughts.

All of which makes it all the more crucial to start that first conversation with our loved ones. As the doctor suggests, we need to be resourceful in initiating that first talk that will help break the cycle of silence and put our mentally challenged loved ones on the path to the care they deserve.

As a journalist, I participated in the new campaign “Let’s talk about Mental Health” launched this year by La Red Hispana and the Robert Wood Johnson Foundation. The idea is to make available to all the resources and advice in Spanish that could change many lives.

It’s time to break the silence. The path to mental health begins with one small but vital step: starting the conversation with our loved ones about their feelings and challenges. And tell them they are not alone.