FeaturedNoticias

Oklahoma disfrutó del eclipse solar / Oklahoma enjoys solar eclipse

Por el equipo de La Semana | TULSA, OK

Esta semana, los habitantes de Oklahoma y de una amplia franja del país han disfrutado de un acontecimiento celestial poco frecuente y asombroso: un eclipse solar total. En Tulsa, los espectadores pudieron ver el eclipse en su totalidad al 95%, y al 100% en el sureste de Oklahoma. Se esperaba que el eclipse generara entre 8 y 16 millones de dólares en Oklahoma y más de 6.000 millones en todo el país, procedentes de las ventas de gafas, camisetas y otros artículos, así como de viajes y restaurantes.

La ciencia moderna nos permite comprender y predecir los eclipses con gran exactitud con décadas de antelación, pero en épocas anteriores el acontecimiento estaba imbuido de un fuerte significado espiritual, e incluso de miedo.

Las antiguas culturas de América Latina, al igual que sus homólogas de todo el mundo, creían que los acontecimientos celestes como los eclipses solares tenían un profundo significado mitológico, y a menudo los interpretaban como presagios o mensajes divinos. La civilización inca, por ejemplo, percibía los eclipses solares como indicadores del disgusto del dios del sol Inti. Creían que debían de haber hecho algo importante para disgustar a Inti y, para apaciguar a esta deidad, los líderes hacían introspección para identificar sus fechorías y ofrecían sacrificios, que podían ir desde el ayuno y los sacrificios de animales hasta, en casos extremos, sacrificios humanos.

Del mismo modo, el pueblo azteca consideraba los eclipses como señales potenciales del fin del mundo, especialmente si un eclipse coincidía con un terremoto en la fecha 4 de Ollin, fecha en la que creían que podría producirse la destrucción de la Tierra. Los aztecas, conocidos por sus conocimientos astronómicos, predijeron que tal alineación no se produciría hasta el siglo XXI. También creían en la necesidad de realizar sacrificios de sangre para evitar desastres cósmicos, lo que demuestra el importante papel que desempeñaban los eclipses en sus prácticas culturales y religiosas. Además, entre los aztecas prevalecía la superstición de que los eclipses suponían un peligro especial para las mujeres embarazadas, creencia que persiste en algunas culturas actuales.

Estas interpretaciones ponen de relieve cómo las antiguas culturas latinoamericanas integraban los fenómenos naturales en sus cosmologías y normas sociales, utilizándolos para explicar el funcionamiento del universo y su lugar en él. Los eclipses no eran meros acontecimientos astronómicos, sino que estaban entretejidos en el tejido de las creencias y prácticas culturales, reflejando los temores, las aspiraciones y la vida espiritual de estas civilizaciones.

Si vives en Tulsa y no pudiste viajar a un lugar donde hubo un bloqueo del sol del 100%, sólo tienes que esperar un par de décadas, cuando más de la mitad del estado -incluyendo Tulsa y todo el noreste de Oklahoma- se encuentre directamente en la trayectoria de la totalidad. Esto ocurrirá el 12 de agosto de 2045. (La Semana)

Oklahoma enjoys solar eclipse

By La Semana staff | TULSA, OK

This week Oklahomans and people across a wide swath of the country experienced a rare and awe-inspiring celestial occurrence – a total solar eclipse. In Tulsa, eclipse viewers got to witness the eclipse at 95% totality, with 100% seen in southeastern Oklahoma. The eclipse meant big money this year, and was expected to generate 8-16 million dollars in Oklahoma and over $6 billion nationwide, coming from sales of viewing glasses, t-shirts and other merchandise, as well as travel and dining.

Modern science allows us to understand and predict eclipses with great accuracy decades in advance, but in earlier times the event was imbued with strong spiritual significance, and even fear.

Ancient cultures in Latin America, like their counterparts around the world, believed celestial events such as solar eclipses to have deep mythological significance, often interpreting them as omens or divine messages. The Inca civilization, for example, perceived solar eclipses as indicators of the sun god Inti’s displeasure. They believed that something significant must have been done to upset Inti, and to appease this deity, leaders would engage in introspection to identify their misdeeds and offer sacrifices, which could range from fasting and animal sacrifices to, in extreme cases, human sacrifices.

Similarly, the Aztec people viewed eclipses as potential signals of the end of the world, especially if an eclipse coincided with an earthquake on the date 4 Ollin—a date they believed might bring about the Earth’s destruction. The Aztecs, known for their astronomical expertise, predicted that such an alignment would not occur until the twenty-first century. They also held a belief in the need for blood sacrifices to ward off cosmic disasters, demonstrating the significant role that eclipses played in their cultural and religious practices. Additionally, there was a prevailing superstition among the Aztecs that eclipses posed a particular danger to pregnant women, a belief that persists in some cultures today.

These interpretations highlight how ancient Latin American cultures integrated natural phenomena into their cosmologies and societal norms, using them to explain the universe’s workings and their place within it. Eclipses were not just astronomical events but were woven into the fabric of cultural beliefs and practices, reflecting the fears, aspirations, and spiritual life of these civilizations.

If you live in Tulsa and were unable to travel to a location experiencing 100% blocking of the sun, just wait a couple of decades when more than half the state – including Tulsa and all of northeastern Oklahoma – will be directly in the path of totality. This will take place on August 12, 2045. (La Semana)